CONTROL DE ALCOHOLEMIA

Un total de 7644 choferes de ómnibus de larga distancia fueron sometidos a los controles de alcoholemia dispuestos por el Gobierno de la Ciudad en la Terminal de Retiro, durante el primer fin de semana de las vacaciones de invierno porteñas, de los cuales tres dieron positivo y debieron ser relevados por sus empresas.

La ley establece que los conductores de transporte de pasajeros o de carga no pueden registrar alcohol en sangre.

Personal del Cuerpo de Agentes de Tránsito, dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, junto a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, controló a 3.822 micros desde las 12 del viernes hasta la misma hora de lunes y labró las actas correspondientes de infracción.

El Gobierno de la Ciudad inició un control especial para ese sector del transporte, teniendo en cuenta el peligro que significa para los pasajeros y para terceros que un autobús sea conducido por personal que no se encuentra en plenitud de facultades.

Una conducción adecuada requiere lucidez y capacidad de reacción, especialmente ante las situaciones imprevistas, ya que tanto el alcohol como otras sustancias tóxicas disminuyen la capacidad de atención y coordinación y son una de las principales causas de accidentes.

El operativo proseguirá la semana próxima con la misma metodología, lo que implica que se controlará a todos los micros entre el viernes y el lunes.

El Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, señaló que «esta fue la primera vez que se realizaron controles preventivos de esta naturaleza, y gracias a ello, más de 200 mil personas pudieron emprender sus vacaciones en unidades cuyos conductores no tomaron alcohol, una de las principales causas de accidentes».

El control tiene dos etapas. En la primera, se utilizarán alcoholímetros pasivos, que no requieren de boquilla y cuya operación no supera los diez segundos, a fin de evitar demoras. Cuatro Agentes de Tránsito verificarán dos micros a la vez, acercando los instrumentos a las ventanillas para que choferes y acompañantes soplen.

Si el chofer y el acompañante dan negativo, el micro continúa con su recorrido. Si alguno de los dos da positivo, la unidad es introducida en el estacionamiento de la Terminal y se realiza el segundo test, para confirmar el resultado. Si la contraprueba ratifica la existencia de alcohol, el responsable no podrá seguir viaje y enfrentará la acción judicial correspondiente.

Para que los pasajeros puedan emprender su viaje, la CNRT se comunicará con la empresa propietaria de la unidad para que provea personal de recambio en condiciones de prestar el servicio, personal que también será testeado.

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