l Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que incorporará contenidos ambientales en las charlas obligatorias para renovar u obtener la licencia de manejo automotor, en el marco de un programa de Conducción Ecológica que apunta a ahorrar combustible, disminuir los niveles de contaminación sonora y bajar los índices de accidentes de tránsito.
a iniciativa es promovida por la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad, en forma conjunta con la Dirección General de Licencias, y surge como consecuencia de la incidencia que tienen el transporte particular, público y de carga como principales agentes contaminantes del medio ambiente.
Las charlas de orientación para los conductores contendrán recomendaciones sobre distintos procedimientos y hábitos de manejo que contribuirán a ahorrar combustible, reducir ruidos y a mejorar las condiciones de seguridad vial.
Conductas sugeridas al conductor
Los siguientes consejos tienen mucho sentido común, vale decir que no hay que pensar demasiado para decidir que son apropiados. Al aplicarlos en nuestra vida diaria podríamos justificarnos diciendo que ayudamos a preservar el medio ambiente. Aunque también podríamos considerar que al actuar así, concientemente, deliberadamente, nos estamos cambiando para bien, pues inducimos en nosotros mismos una forma de “ser conductor” distinta, mejor, más racional, que nos ayuda a mantener en equilibrio nuestra salud psíquica y mental cuando estamos en la calle o en la ruta.
Aquí vamos:
Manejemos con un ritmo moderado respecto de las frenadas o aceleraciones, ya que ello reduce los ruidos y las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Arranquemos el motor sin pisar el acelerador.
Mantengamos una velocidad constante y aprovechar al máximo la marcha, evitando acelerar y desacelerar innecesariamente. Mantener un ritmo regular de manejo ayuda a disminuir el consumo de combustible.
Toquemos bocina sólo para advertir una situación potencialmente peligrosa a otros conductores o peatones y siempre que no sea posible la utilización de otro tipo de señal. Su uso indebido es una de las principales fuentes de contaminación acústica en la Ciudad.
Compartamos el auto. En la Ciudad de Buenos Aires el promedio actual de ocupantes por auto es de 1,2 personas. Si cada vehículo particular llevara un pasajero más se ahorrarían miles de litros de combustible a diario, se emitirían menos gases de efecto invernadero y se liberarían miles de metros cuadrados de espacio público.
Evitemos desplazamientos cortos. En la Ciudad muchos de los viajes que se realizan son inferiores a tres kilómetros, y en ellos se puede consumir cerca del doble de nafta que en la ruta.
Revisemos la presión de los neumáticos. Una baja presión en los neumáticos aumenta el consumo de combustible y, por lo tanto, aumenta la emisión a la atmósfera de gases contaminantes.
Realicemos revisiones periódicas. El estado de mantenimiento del motor no afecta sólo a la seguridad vial y a la conservación de los vehículos, sino también al consumo de combustible. Una mala puesta a punto del motor puede suponer un aumento del consumo de combustible de hasta un 10%.