Además de imponerles a los responsables una multa que va de 300 a 3000 pesos, y atendiendo a lo indicado por la Fiscalía General de la Ciudad -que recomienda la adopción de criterios rigurosos contra quienes no respetan los semáforos-, la Comuna porteña secuestrará los automóviles de aquellos conductores que violen la luz roja del semáforo y que pongan en riesgo a peatones u otros vehículos.
El Cuerpo de Agentes de Tránsito del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño realizará los operativos, trabajando con un sistema de postas. El primer grupo detecta la infracción y el segundo detiene el vehículo y labra el acta contravencional. Luego se procederá al acarreo del automóvil a la playa de la Dirección General de Seguridad Vial, ubicada en Herrera y Aráoz de Lamadrid, en el barrio de Barracas.
El contraventor deberá dirigirse a este predio para retirar su coche (no se cobra el traslado), que será entregado previa autorización del Fiscal de turno. La violación de luz roja prevé una multa que va de 300 a 3000 pesos o de 1 a 5 días de arresto.
Según la Resolución del Fiscal General, el endurecimiento ante los infractores se debe a que “la prisa de llegar a destino que prevaleció en el conductor frente a la prohibición de violar la luz roja no desaparece por el simple hecho de ser detenido con objeto de labrarle el acta contravencional respectiva; todo lo contrario, la experiencia indica que esos valiosos minutos perdidos, que deberán ser recuperados por el conductor, volverán a situarlo en la reiteración de la infracción hasta que finalmente llegue a destino. La situación de peligro referida sólo puede ser neutralizada razonablemente a través de la medida precautoria de inmovilización y depósito del rodado”.