El ex Presidente de la Nación falleció en su departamento de Recoleta a las 20:30 de este martes luego de padecer un cáncer de pulmón por más de un año, según informó su médico personal, Alberto Sadler. Sus restos serán velados en el Congreso de la Nación
Raúl Alfonsín, el hombre que encabezó el retorno del país a la democracia, tras la última dictadura, expiró el martes 31 de marzo a las 20.30 y la confirmación oficial llegó pocos minutos después de las 21. El médico Alberto Sadler fue quien dio la noticia y algunos detalles. La información fue ratificada por la propia familia del ex Presidente en la puerta del edificio donde vivió el histórico dirigente radical, sobre la avenida Santa Fe.
Según informó su médico, Alberto Sadler, el cuadro del ex mandatario se agravó el último fin de semana, con una fuerte “neumonía broncoaspiratoria”. A partir de ese momento, el equipo que lo asistía impulsó una terapia especial para trabajar en la oxigenación y combatir una imposible afección pulmonar.
«Lamentablemente a las 20.30 el doctor Raúl Alfonsín ha fallecido tranquilo en su domicilio, acompañado por sus familiares, con mucha paz. Estaba dormido, con deterioro sensorio y respirando muy tranquilamente. En este momento sólo puede decirse que ocurrió en un marco de mucha tranquilidad y acompañado por su familia, como él siempre quiso que ocurriera», dijo Sadler ante los periodistas.
Desde el fin de semana hasta este martes, dirigentes políticos, religiosos y distintos allegados a la familia llegaron hasta el departamento para interiorizarse sobre el estado del ex Presidente y trasladarle su afecto a la familia.
La presidente Cristina Kirchner se comunicó telefónicamente -desde Qatar, donde participaba de una reunión de mandatarios- con Ricardo Alfonsín, uno de los seis hijos del ex jefe de Estado, para hacerle llegar su preocupación por la gravedad del cuadro clínico.
El entorno del otrora senador nacional, último cargo público en el que se desempeñó, autorizó al gobierno de Cristina Kirchner a realizar una despedida con honores. La opción principal es el Salón Azul del Congreso de la Nación, aunque aún no se descartó la posibilidad del Salón de los Pasos Perdidos.
El Poder Ejecutivo decidió que el velatorio comience a las 8 en el Congreso y se decretaron tres días de luto nacional, a través de los denominados “decretos de honores”.
Además, deberá fijar las precedencias protocolares para invitar a los distintos referentes políticos de todo el mundo que llegarán al país en las próximas horas para despedir los restos de Alfonsín.
Según trascendió, la familia del dirigente radical estaría dispuesta a extender el velatorio hasta que la propia presidente Cristina Kirchner retorne al país, ya que se encuentra en Londres participando de la Cumbre del G-20.
La última aparición de Alfonsín en público fue a comienzos de octubre del año pasado, durante el homenaje que se le realizó en la Casa Rosada a 25 años de su asunción como presidente.
En esa ocasión, y rodeado de radicales, peronistas y socialistas, dejó algunas frases que sonaron a mandamientos de su forma de ver y ejercer la política.
«No es posible concebir el debilitamiento de los partidos políticos», afirmó. Y también señaló que «se impone fortalecer el estado de la ley y del derecho».
«Toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y el gobierno de la ley».
EL ADIÓS
Una multitud despide a Alfonsín en el Congreso. El ex presidente es velado en el Salón Azul del Senado, donde se instaló la capilla ardiente. Cientos de personas hacen fila para dar un adiós al líder radical. El entierro será mañana en la Recoleta.
Cientos de personas se apostaron esta mañana en el vallado que rodea al Congreso de la Nación para rendir tributo a Raúl Alfonsín. Los restos del ex presidente son velados en el Salón Azul del Senado. Desde las 10 el público despide al líder radical.
El furgón arribó a las 7:27 a la explanada de la avenida Entre Ríos. Allí fue recibido por una formación de honor del Regimiento de Granaderos. Minutos más tarde, fue trasladado a la capilla ardiente instalada en la Cámara alta por, entre otros, el vicepresidente Julio Cobos y el titular de Diputados, Eduardo Fellner.
Cientos de personas esperan su turno afuera del Congreso para saludar al ex presidente. La cola es de cerca de 200 metros y pasa Bartolomé Mitre. Muchos de ellos están en vigilia desde anoche, pudo comprobar Clarín.com. La zona cercana está vedada al tránsito y el ingreso del público esta en Rivadavia y Riobamba.
Además de la familia de Alfonsín, se encuentran en la capilla ardiente figuras políticas de diversos signos. Monseñor Justo Laguna dejó una bendición para el ex presidente.
La sede parlamentaria mantuvo su cúpula iluminada y la bandera a media asta durante toda la noche, como todos los edificios públicos por el duelo de tres días dispuesto por el Gobierno, en cuyo transcurso fue incesante el arribo de palmas y coronas florales como ofrenda al ex mandatario.
Los cortes se produjeron en la avenida Entre Ríos desde Adolfo Alsina hasta Rivadavia y en Hipólito Yrigoyen desde Combate de los Pozos hasta Solís.
Las vallas del frente del histórico edificio fueron cubiertas con una bandera argentina de 35 metros por 1,50 de ancho, y por una algo más corta, roja y blanca, con el nombre del partido en el que militó toda su vida el ex mandatario.
Pasacalles de grandes dimensiones fueron atados a las columnas de iluminación del otro lado de la avenida Entre Ríos, en la acera de la Plaza de los dos Congresos, mirando hacia la sede parlamentaria.
«Por las luchas de ayer, por los derechos de hoy, por la igualdad de mañana. Juventud Radical», decía más significativo, mientras otros cumplían una función meramente enunciativa, como «Los Irrompibles, la mística de la militancia», «Ateneo Ricardo Cordo» o «Franja Morada, regional Buenos Aires».
Otro, con un retrato del dirigente muerto decía a modo de tributo: «Sos nuestra bandera», firmado por «Los hijos de la democracia», y había tres iguales de «Gracias Raúl. Flia Báez. UCR Benavídez».