¿PROSTITUCIÓN LEGALIZADA o FALTA DE CONTROLES?

Explotación sexual habilitada

Por Lucas Schaerer

sociedad@miradasalsur.com

El sitio web de la Ciudad Salí Seguro, que calificaba como apto al boliche Beara, tiene en su listado a cuatro prostíbulos de Liniers. La noche de la tragedia de Palermo, dos inspectores visitaron el local


Destacado con color rosa figuran los nombres y direcciones de los prostíbulos que fueron habilitados por los inspectores del gobierno de la Ciudad.

Salí Seguro, la página de internet donde se consigna el estado edilicio y grado de seguridad de los boliches y salones de fiestas porteños, contiene a prostíbulos dentro de su listado.

El portal está cuestionado luego del derrumbe del sector VIP en Beara Club, ya que calificaba a ese boliche de la avenida Scalabrini Ortiz como “regular”, esto es, “en buen estado”. El jueves 10 de septiembre, como resultado de la caída del entrepiso, en ese local murieron dos jóvenes mujeres y resultaron heridas más de 30 personas.

La página web fue puesta en marcha hace poco menos de un año, promocionada por el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y jóvenes actores, y hasta el día de hoy invita a que se lea ya que, según señala, “podés informarte y priorizar tu seguridad al momento de salir a boliches y recitales”. Y de prostíbulos habría que agregar. Así, varios de esta clase de “locales” de Liniers figuran en Salí Seguro bajo el paraguas de “bares nocturnos”(ver gráfico). En casi todos los casos han sido allanados y clausurados en junio por el juez Sergio Torres a cargo del juzgado federal Número 12. Historia de un horror habitual.

Durante el verano pasado, una chica argentina de 19 años llegó a la avenida General Paz 10.610 por un aviso de trabajo. Frente a la garita de la Policía Federal en la esquina de General Paz y Rivadavia, al lado de la pizzería La Farola de Liniers, estaba el ingreso al calvario de la esclavitud sexual. La chica llegó ahí para hacer limpieza. Cumplió las ocho horas y quiso retirarse. Pero la encerraron y la violaron. Ella terminó sometida a constantes “clientes” que mantenían relaciones sexuales contra su voluntad de manera gratuita en lo que constituye el llamado “ablande”, así se denomina al proceso de quiebre de la voluntad de resistencia de una mujer o niña. La joven logró liberarse en el medio de una trifulca entre varios “clientes” y los custodios del prostíbulo y se presentó en la sede de La Alameda, una organización que desde hace años viene peleando contra la explotación sexual y cuyos abogados asesoraron a la mujer para que, luego de un exhaustivo tratamiento psicológico, se presente a declarar. Pocas semanas después de su testimonio la Justicia federal allanó los cinco prostíbulos en los que era esclavizada.

Esos lugares fueron clausurados por los delitos de trata de personas, explotación de mujeres y reducción a la servidumbre. Sin embargo, el Gobierno porteño los legaliza en Salí Seguro para que cualquiera pueda concurrir.

El Cielo de Carhué, ubicado en Carhué 91, para el gobierno PRO es un bar nocturno habilitado. Poco importó que tuviera una orden de clausura judicial por funcionar allí un prostíbulo. Para el Gobierno también es bar nocturno el inmueble de avenida General Paz llamado Lucrecia, donde fue esclavizada la chica que declaró con identidad reservada en el juzgado de Torres. El tercer lugar de explotación sexual queda en Gana 112, ubicado a la vuelta de la iglesia San Cayetano. Vecinos de la agrupación Liniers Así No Te Queremos denunciaron la existencia de estos lugares ante la Procuración Nacional, la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y la Justicia Contravencional hace 10 meses. “Es para llorar. No se puede ser tan corrupto. Comprobamos que denunciamos prostíbulos y resulta ser que se encuentran habilitados como bares nocturnos en Salí Seguro”.
Princess es un famoso prostíbulo en Liniers, ubicado en Cosquín 32 y que aún no fue allanado por la Justicia federal. Salí Seguro también es oficializado y categorizado por el gobierno macrista como bar nocturno y es el único de estos lugares de explotación sexual que aparece como clausurado.

En Montiel 56, sin nombre hay otra “casa de tolerancia” como se las llama en la Ley de Profilaxis y fue denunciado hace un año ante la Justicia y oficinas públicas. Hoy está clausurado. Pero para Salí Seguro sigue siendo un inocente bar nocturno. “Ésta es la prueba de la corrupción. Acá se mueve mucha guita”, cerró un vecino de Liniers que teme dar su identidad. Los alertas. Pero la desidia de la página Salí Seguro, esa web que las dos chicas que murieron en Beara quizá miraron para ver si el boliche estaba en buenas condiciones tiene más inseguridades. Antes del derrumbe del entrepiso, dos arquitectos y padres de una víctima fallecida en República Cromañón informaron al propio titular de la AGC, Javier Ibáñez, de deficiencias en Salí Seguro tales como la aparición desproporcionada de fiestas privadas. “Existe una gran cantidad de locales que tenían vencido el plazo para presentar el certificado anual de habilitación. Quedaban dos conclusiones: o no estaban actualizados los datos o realmente figuraban como vigentes pero no habilitados”, sostuvo Raúl Morales ante el funcionario. En tanto, Adriana Magnoli, también madre de una víctima de Cromañón, le planteó a Ibáñez en esa audiencia: “Si bien se dice que son ‘fiestas privadas’ no es así ya que se promocionan por internet, a través de listas o llamando a teléfonos anónimos, donde puede ir cualquiera, con lo cual de privadas no tienen nada. Al margen de que se cobra la entrada (por consumición) y que generalmente tocan bandas”.

El titular de la Agencia de Control argumentó que esas fiestas se realizan en domicilios privados y eso implicaría pedir órdenes de allanamiento. Miradas al Sur accedió a un documento hasta ahora desconocido que deja en evidencia que Beara Club tenía modalidad de boliche aunque los inspectores no lo advirtieron.

En una inspección hecha en el boliche de la calle Scalabrini Ortiz el 6 de agosto, figura en el acta oficial, que “se desarrollaba una fiesta privada” con “150 personas” y que los medios de salida se encuentran “libres operables” y la “salida visible”. Para el abogado querellante de las víctimas de República Cromañón, José Iglesias, los inspectores “no pudieron dejar de ver que llegaron a ese boliche justamente por una publicidad en internet. Nadie invita a sus amigos a un fiesta íntima convocada por internet como lo demuestra ese papel”.

Una de las sobrevivientes de Beara, Denisse Domke, de 19 años, señaló en un reportaje que había patovicas y que “en la parte posterior del local existía una puerta que creíamos que era de emergencia, pero estaba cerrada con un candado enorme que todos intentaban romper con lo que encontraban pero era imposible”.
Miradas al Sur está en condiciones de afirmar que por información recibida por el abogado Iglesias y según lo expresado por un alto funcionario PRO a este medio, en las horas previas al derrumbe del entrepiso hubo en ese lugar dos inspectores. Uno de ellos es Hernán Papotti. Trabaja en un estudio jurídico de la calle Tucumán. Miradas al Sur lo llamó telefónicamente.
–¿Usted es Hernán Papotti?
–Sí.
–¿Es inspector del gobierno de la Ciudad?
– Sí.
–Estuvo en Beara horas antes de que se produjera el derrumbe.
–Sí, sí, pero no es así como dicen.
–¿Entonces cómo es?, soy periodista y me gustaría saberlo.
Pero Papotti cortó.

Fuentes que pidieron expresa reserva de su identidad agregaron que Papotti trabaja en inspecciones relacionadas a la salud y que esa noche tuvo la mala suerte de suplantar a un inspector de nocturnidad de boliches que se enfermó. Papotti figura en el gobierno de la Ciudad como ingresado con la nueva camada de inspectores. El informe de esa noche de la tragedia fue enviado al jefe de Nocturnidad de la Dirección General de Fiscalización y Control (Dgfyc), Daniel Barbuto.

Así, mientras algunos funcionarios de la Ciudad callan y cortan el teléfono, otros engañan. Tanto, como las apariencias de los boliches que se publican en Salí Seguro.

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