Recientemente, quedó en evidencia la inexistencia de una política comunicacional del sector cooperativo y mutual. Con o sin razón, grupos dominantes comunicacionales repararon cierta falencia en la fiscalización de cooperativas y mutuales, producto de resonantes temas que involucran a nuestras entidades solidarias.
Tal vez, la fiscalización de estas entidades sospechosas estén en marcha, se hayan instruidos sumarios o hayan habido condicionamientos, pero la sociedad lo desconoce (también el movimiento cooperativo y mutual) y termina imponiéndose quién deja latente la duda, desacreditando el sistema. En general, el cooperativismo y mutualismo no ha ejercido el derecho de legítima defensa y, los pocos que lo han hecho, enumeran las bondades de estas empresas sociales pero lejos de revertir la acusación . De esta manera queda expuesta, la falta de una clara política comunicacional. Ahora que, al parecer, la Ley de Comunicación Audiovisual brindará posibilidades al sector solidario, debiera aprovecharse y salir de esta comunicación parapléjica para pasar a una estratégica. Más allá de grupos dominantes, peleas de índole económica e ideologías de por medio, el cooperativismo y mutualismo deberán cambiar su actitud secundaria hacia la comunicación y su contenido, y llevar adelante un mensaje preciso a la comunidad.
Javier Nicolás Garbarini
Contador y Director
Revista Lazos Cooperativos
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