Se conoce bajo el nombre de “sable”, el ama blanca larga y curva, semejante a la espada pero de un solo filo. Por extensión, y cuando menos en nuestro país, también se reconoce al miembro viril del hombre masculino. En los circos, actualmente uno podrá encontrar un “tragasables”, así la práctica de semejante ejercicio tienda a desaparecer. En la calle, por el contrario, la práctica ya ha pasado a convertirse en un común denominador, que solo excluye a heterosexuales de firmes y obstinadas convicciones. Años ha, y hasta en nuestros días, hay quienes sostienen “la fin del mundo”. Otros en cambio, “la fin del sexo”, o para mejor decir, el sexo por adopción que ya reconoce a afamados exponentes de la farándula. Ergo, el “trasnochado miembro viril”, habrá de convertirse en “mero adorno” que, o bien podrá ser extirpado, o conservado para alguna ocasional eventualidad.
En biología, el sexo es la condición orgánica que distingue al macho de la hembra, en los seres humanos, las plantas y los animales.
La biología, es una rama de las Ciencias Naturales que estudia las leyes de la vida. De hecho, y como las leyes de la vida aparecen constantemente “violadas”, nos encontramos con estereotipos como patrones o modelos de cualidades o de conductas. Y entonces, aparece lo que se ha dado en denominar, sexo mental, a través del que cada individuo podrá adoptar una u otra condición, más allá de los genitales de los que estuviera dotado, y a través del que se les distingue como “nene” o “nena”.
Y entonces, en un tiempo muy cercano, en lugar de decir…”mi esposa dio a luz un nene”, el señor que se supone igualmente “hacedor”, deberá decir “mi esposa dio a luz una criatura”, como si existiera la posibilidad de que hubiera podido parir un “zapato”, “goma de mascar”, o “un puñado de lombrices”. El sexo, podrá adoptarlo justamente “esa criatura”, a través del tiempo, que podrá tomarse “in límite”, más allá de la “pilcha que utilice” o el hecho de orinar “de parada” o de “sentada”…hablo de la criatura.
Lo dejo. Aprovecharé para echarle una mirada a mi viejo sable, apenas mellado no obstante el haber participado de muchas batallas, siempre a través de los “canales” correspondientes. ¡Más fanfarrón será Usted!.
Ricardo Jorge Pareja