EL RENUNCIAMIENTO

YO ME SUBISIDIO ¿Y USTED?

Cuando nos saquen los subsidios, pagaremos $10.000 millones más de impuestos al año, ya que abonaremos hasta cuatro veces más en impuestos en la factura de la luz y los beneficiados serán el fisco nacional, provincial y municipal.


Con las facturas y los subsidios Cristina Kirchner confunde: no tenés que renunciar a nada.
La factura viene con un sello que dice que Cristina te paga subsidio, pero en realidad Cristina no te lo paga a vos, porque nunca te dió nada. Ella se lo paga a la empresa, y es el aumento de tarifas que Cristina autorizó hace 2 años y pagó en tu nombre, para que no protestaras. Ahora Cristina no le paga más a la empresa y la empresa te lo cobrará directamente a vos.
¿Te queda claro que la que tiene que renunciar al subsidio es la empresa?
Que renuncien las empresas al subsidio que reciben del Gobierno.

LA decisión oficial de eliminar subsidios a la luz, gas y agua generará un ingreso extra al fisco nacional, provincial y municipal, por tratarse de un fuerte alza en la recaudación de impuestos y otros gravámenes al ampliarse la base imponible.

Por ejemplo, los usuarios de luz de la Ciudad de Buenos Aires soportarán en promedio, entre un 30 y un 35% de impuestos sobre el monto que antes originalmente se encontraba subsidiado.

En la provincia de Buenos Aires, el impacto sería incluso mayor debido a que existe una mayor cantidad de gravámenes que se cobran a través de las facturas de luz. Idéntica situación se repetiría en las provincias.

Los fondos adicionales para la administración pública, que de acuerdo al informe dado a conocer por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) alcanzarían los $10.000 millones tendrían como destino principal la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), las gobernaciones y los municipios.

En igual sentido, pero con menor magnitud, ocurrirá lo mismo en el caso del servicio de agua corriente, sólo en las zonas en que AYSA es la operadora.

A modo de ejemplo, un usuario que consume un promedio de 421 kilowatts/hora (un consumo moderado para un matrimonio) en la Ciudad de Buenos Aires paga una boleta de $49,42, con un subsidio de 98,51 pesos.

Del monto a pagar, $33,96 corresponden al uso del servicio eléctrico, mientras que $15,46 son impuestos y otros gravámenes. Tiene, por ejemplo, una sanción de $6 por el programa de uso eficiente de la energía (PURE).

Si ese domicilio tuviera el mismo consumo de electricidad pero no contara con los subsidios debería desembolsar $175,48. El monto, oculta una importante alza en los impuestos: pasarán de $9,50 a 37,05 pesos.

En el mismo caso, el Gobierno será el mayor beneficiado con la suba de impuestos. Así, la AFIP pasará a cobrar $27,81 por el 21% de IVA, por encima de los $7,13 que percibe sin subsidios. Mientras que la provincia de Santa Cruz, beneficiada con un aporte que se cobra en las facturas de electricidad, recibirá $0,8 contra los $0,2 actuales.

La jefatura de Gobierno de la Ciudad, en manos de Mauricio Macri, también se verá favorecida, dado que percibe un 6,383% sobre el subtotal por servicio eléctrico. Su ingreso se multiplicará al pasar de $2,17 a 8,45 pesos.

Algo similar ocurrirá con el resto de los municipios, que perciben una parte de sus ingresos a través del cobro de la factura de luz.

Si bien los aumentos de impuestos quedarán, en parte, diluidos por el incremento del monto total a pagar, llegarán casi a equiparar el valor que se paga actualmente por la energía por todo concepto.

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