¿Y LOS COMUNEROS?

SI algo nos debe llenar de dicha es que ya estamos auténticamente representados por los vecinos desde su novel asunción como mandatarios de la comuna.

Digno es reconocer que a los que conozco los ubico en la jaula de aquellos que no me morfaría siendo yo El Rey Caníbal, ergo; son buena gente.

Pero a medida que avanza la vida de las comunas percibo su transformación en remeros olímpicos en un mar de polenta. Todos; incluidos los que responden al Sultán Mauricio.

Foto: Enrique Ricagno

Como verán en otra nota de este pasquín, no le será cosa fácil avanzar porque no hay nada peor para los amos de la clase política (toda), que unos negros juntadores de algodón se quieran administrar por si solos. ¡Eso jamás!

El punto es que a la fecha me ha surgido un interrogante que nadie parece o quiere haber visto y me explayo. Hete aquí que por la inercia de la cronología, los directores de los CGCP, son además directores de las UAC (las unidades de atención ciudadana, -organismo pergeñado por Macri para empiojar las comunas-), y además por voto popular, son los jefes comunales.

La poco clara definición de la transición de los CGCP a las comunas, permite a la fecha que todos los kioskos funcionen a la vez.

Es decir que salvo en dos comunas, en el resto hay una persona que ocupa los tres cargos. No vamos a discutir la validez o no de los mismos. Tampoco vamos a discutir las tareas que se superponen ni las tareas que se cruzan de jurisdicción y bla, bla, bla.

Pero lo que si me carcome la calva es una nimiedad: QUIENES HOY A LA FECHA ESTÁN CUMPLIENDO ESTAS TAREAS, ¿COBRAN 3 SUELDOS?
Claro, que va a saltar alguien y me enrostrará que los directores de las UAC no perciben sueldos por su cargo… ¿Seguro? No me digan que no le bajan un viatiquito para biromes y una caja de té…

Todo un interrogante a ser develado y una muestra más de la vocación de servicio de hombres y mujeres anónimos que antes de leer esta nota y en absoluto secreto donaban dos de sus estipendios a la obra “Felices los garcas”.

Texto: Víctor José Del Vento / Foto: Enrique Ricagno

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