Chita participó, entre otras, en las películas “Tarzán de los monos” (de 1932) y “Tarzán y su compañera” (1934), films clásicos que relatan las aventuras de un hombre criado en la selva, protagonizados por Johnny Weissmuller y Maureen O’ Sullivan.
El chimpancé llegó al santuario en 1960, amaba pintar con sus dedos y ver televisión, y se calmaba escuchando música cristiana, dijo al diario Tampa Tribune, Debbie Cobb, directora del Santuary Suncoast Primate. «Podía saber cuando yo tenía un día bueno o un día malo. Siempre trataba de hacerme reír si yo estaba teniendo un día malo. Estaba muy a tono con los sentimientos humanos», comentó Cobb al periódico.
Ron Priest, un voluntario que trabaja en el santuario, dijo al Tribune que Chita se destacaba porque podía ponerse de pie, con la espalda erguida, como un humano, además de tener otros talentos. «Cuando no le gustaba alguien o algo que pasaba, agarraba algo de sus excrementos y se los arrojaba. Podía lanzarlo hasta unos 30 pies (unos nueve metros) a través de las barras» de su jaula, recordó Priest.
La adaptación en español del nombre del chimpancé era “Chita”, por lo que se consideraba que se trataba de una mona. Sin embargo, el apodo americano original es “Cheetah” y se trata de un mono. De hecho, su personaje original es masculino.
COMO LA MONA
El cuidador del refugio que anunció la muerte de Chita, a solo una semana salió a defender las dudas sobre si ese chimpánce era o no la famosa mona.
Defendió hoy la edad del simio muerto y su identidad, pese a que hay quienes ponen en duda esos extremos.
“He visto la dentadura de Chita en un par de exámenes dentales y, comparado con otros chimpancés que supuestamente tienen entre 60 y 70 años de edad, los de Chita corresponden a un simio de mayor edad”, dijo Ron Priest, quien fue cuidador de Chita. Priest dio crédito a la versión del refugio para animales al apuntar que si todo fuera un montaje publicitario y se hubiera “fabricado” la historia de Chita, entonces “esto comenzó hace medio siglo”. El cuidador, que tomó múltiples fotografías del chimpancé en los últimos tres años, explicó que, en las últimas instantáneas, tomadas hace dos semanas en su jaula, se puede apreciar claramente la atrofia muscular y la pérdida de masa corporal del animal, algo que ocurre también a los humanos ancianos.
Algunos expertos y estudiosos consideran casi imposible que el chimpancé muerto hubiera sido una de las mascotas de Tarzán en sus películas de la década de 1930, debido a que esto supondría una extrema longevidad del animal. Los chimpancés, según varios primatólogos, pertenecen a una especie que tiene una vida media de entre 40 y 50 años. Pero el refugio mantiene su versión sobre la muerte de uno de los supuestos chimpancés que acompañaron al actor Jonny Weissmuller en numerosas escenas de sus películas.
Esta institución nunca ha afirmado que éste fuese el único chimpancé que interpretó a Chita en los filmes de Tarzán, ya que varios simios se alternaban en el rodaje y, generalmente, había al menos dos en el plató de grabación.
LOS ARGUMENTOS DE SANCTUARY
Debbie Cobb asegura conocer a este chimpancé desde hace 51 años, y, ya entonces, era un ejemplar adulto. “Los abuelos de Debbie establecieron este lugar en los años 50 y ellos reclamaban que habían recogido a Chita, como parte del legado de Weissmuller, a principios de los años 60 en Florida”, explicó a Efe, Priest.
El cuidador insistió en que “si es todo un invento, éste comenzó hace 50 años”, al tiempo que apuntó que “también hay todavía un chimpancé vivo en California que se supone que fue uno de los Chita utilizados en las películas de Tarzán”. Este jueves, en el diario digital Tampa Bay, un admirador de Chita y vecino del refugio para animales comentó que llevaba viviendo en la zona desde hace 57 años y que vio allí ese chimpancé a principios de los años 60, “y no era un bebé entonces”.
En cuanto a la extraordinaria longevidad de este chimpancé, que desafía el escepticismo de los expertos, Cobb sostiene que la expectativa de vida de estos simios en cautiverio puede ser mayor en los refugios gracias a la calidad del cuidado que reciben. “En Suncoast son alimentados cinco veces al día y reciben una especial atención”, explicó el cuidador del famoso primate.
La supuesta Chita que murió en Florida, sin descendencia, era sin duda el más famoso de los quince chimpancés en cautiverio en este refugio para animales que ha recibido cientos de mensajes de condolencias de todas partes del mundo y en diferentes idiomas.