MATICES DE UN VERANO RECALIENTE

¡Subió “el sute”, subió! ¡No sea boludo; me refiero al costo del pasaje; quédese tranquilo que sigue circulando “bajo tierra”!

No se “indine”, ni se haga el compungido. ¿Acaso no se la veía venir?. ¿Acaso suponía y deseaba que le siguieran “susidiando” los tantos viajecitos al “pedo” que suele realizar?. ¡Un poco de sensatéz, por favor!. También subieron en hasta casi un 248%, los resúmenes de luz y gas. Si Ud., tiene “gases”, aproveche la bolada…cómprese unas cuantas garrafas, y enváseles al vacío.

Y por supuesto que “trasca”, Ud., se encontrará con incrementos contenidos durante ocho largos años, en tanto la inflación de bienes de consumo, alcanzaron niveles siderales, infructuosamente solapados por un INDEC “enemigo de la matemática”. Y en contrapartida, ¿acaso durante éstos ocho largos años, no recibió importantes incrementos salariales?.
Entienda que si seguíamos así, lo único que le faltaría sería “viajar de colado”…y Ud., no puede tolerar semejante afrenta. ¡Déjese ya de chillar, poniendo el grito en el cielo…no lo  joda a EL, quien lo mira de “reojo”!.¡ A ver si todavía le da por volver, y completamos el cuadro más patético que recreará la historia revisionista de Pacho O´Donnell!. Empiece a poner los “pieces” sobre la tierra, y no se detenga en nimiedades. ¿Acaso no está Ud. vivo?. No le pido que piense en los que se fueron sin saber por qué…tampoco pretendo exprimirle el cerebro del que tan poca materia gris queda. ¿Siente que le están metiendo la mano en el bolsillo?. No me extraña; entre la masiva corriente migratoria, también debemos contar a centenares de “pungas”, expulsados de sus países de origen. ¡Tierra generosa como ninguna otra, la nuestra!.
Ahora me dice que se fue a pasar cinco días a Cariló, y siente que lo están estafando. ¿Tenía acaso “necesidá” de elegir a Cariló como lugar de veraneo? ¿No le sedujo la idea de hacerlo en Las Toninas, Mar Chiquita, Santa Clara del Mar, Punta Lara?. Me dice que la decisión la tomó, a sabiendas que en el lugar podría llegar a encontrarse y  conocer personalmente a Joseph, Margaret, Majul, entre otros. ¡Claro!; y lo hizo a sabiendas que no estaba a la altura de ellos!. Ahora me dice que Majul es “bajito”. ¡Le estoy hablando de otra clase de altura!. Le suplico, no haga lo posible y lo imposible, como para que no sienta tan tremenda  impotencia de poder llegar a Ud. Por un instante, deje el “cholulaje” de lado, y tome consciencia de cuales son sus reales posibilidades. No pretenda ser más papista que el Papa. Ahora me dice que su papá falleció hace ya muchos años. ¡La puta madre; le estoy hablando del Papa…de su Santidad, El Papa!, ¿comprende?. ¡Ya sé que El Papa no está veraneando en Cariló!. ¡Me saca; le juro que me saca, y cuando estoy “sacado”, mucho me cuesta el reparar en los términos en los que deba expresarme para evitar – y se lo digo por enésima vez-herir susceptibilidades. ¡Fétivamente!; la gente está cada día más susceptible, pero por sobre todo, siempre dispuesta a “bajar el lomo”, en lo que en los últimos años, se ha dado en llamar, “hacer el aguante”. Lo de “bajar el lomo”, es tan solo una expresión más vieja que la Escarapela; el lomo que Ud., ya no puede comer, sigue en alza!. ¿No se ofende si le hago una pregunta?. Me dice que no. Bien. ¿Es Ud., un pelotudo natural y crónico, o ha adoptado la característica como profesión?. Me dice que su profesión es la de “matricero”. Entiendo; seguramente por haber sido parido a través de la matriz de su madre.
Volviendo al tema, le ruego asuma que todo, ¡todoooooooo!, va a aumentar en la medida que fue contenido artificialmente. La diferencia estriba en que “el aumento”, en lugar de haber sido realizado “en su medida y armoniosamente”, como decía el General, el Ejecutivo prefirió aguantarlo en la medida de lo posible, y lo posible, ya se convirtió en imposible, ¿se da cuenta?. Le cito un ejemplo; si el boleto mínimo de colectivo, de un peso con veinticinco centavos, se hubiera ido incrementando unos cincuenta centavos por año, Ud., ni cuenta se habría dado, o le habría resultado menos indigesto el “comérsela”. Si en cambio, ahora se lo llevan a cinco mangos, que respondería a la más justa de las matemáticas, “la comilona” será capaz de provocarle una úlcera estomacal, cuya consecuencia será  el que deba asistir a un especialista, a quien deberá abonar los honorarios correspondientes, a lo que deberá sumar el costo de la medicación que le indique, para un eficaz tratamiento. ¡Resultado! Entre Cariló, y el “ajuste” que se viene, se encargarán de dejarle más que prácticamente “en pelotas”, que nada tiene que ver con el Municipio de Brasil, y se lo aclaro antes que me lo pregunte, y concluya destrozando mi sistema nervioso central y anexos. Lo dejo.
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