APENAS UN SENTIMIENTO… APENAS UN MENSAJE.

Cuando uno es demasiado joven, se acuerda de Dios para pedirle le conceda la bendición de vivir dignamente hasta los sesenta años. Cuando uno llega a los 60 años, se vuelve a acordar de Dios, para que le explique como ha sido posible que el tiempo transcurriera tan rápidamente.

Bueno…cuando menos, fue de las pocas veces que me he acordado de Dios, así últimamente lo haga con mayor frecuencia, como si se aproximara la hora de visitarle. ¡No!; definitivamente no creo en la vida extraterrenal, en la rencarnación, ni cosa que se le parezca. Ocurre simplemente que si bien veo en Jesucristo a ese hijo de Dios hecho hombre, jamás he podido imaginarle. Dios aparece sin rostro, sin cuerpo, en “esa nada” que ocupa el vació que deja mi capacidad de razonamiento hacia atrás, ese atrás que comprende la propia existencia del universo del que formo parte en una dimensión tan insignificante, que escapa a la menor consideración. Por supuesto que es ésta una percepción muy personal. Evidentemente hay personas quienes a través de sus actos, no solo me sugieren que sí creen en la vida extraterrenal, sino lo que es peor aún, se sienten inmortales. De otra manera, resulta imposible comprender como la pueda haber tan voraz, insaciable, ambiciosa, para la que El Poder se convierte en el más caro de los apetitos. Esa gente, no cree en Dios…se siente Dios, circunstancia solo posible, a través de la negación de lo supremo. ¡Pobre de aquel que le confiera semejante condición!…ocurre que esto implica el carecer de toda capacidad de razonamiento, así la misma nos precipite a ese vacío que solo se puede llenar a través de la fe que nos concede el más humano defecto de la imperfección.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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