MANUAL PARA LA GUERRA

“NO HAY MEJOR DEFENSA QUE UN BUEN ATAQUE”, NOS RECUERDA FUTBOLERAMENTE EL GOBIERNO NACIONAL.

Y nunca tan vigente semejante vieja frase, que no es un invento de los brasileños como la mayoría supone. No importa.

Sí importa en cambio que el Gobierno Nacional, corresponsable directo de la tragedia que enluta al país, se tome semejante vergonzante permiso. El Estado se presentará como particular querellante, en la causa del accidente ferroviario de Once. El anuncio lo realizó el Ministro de Planificación Federal Julio De Vido, por orden de la Señora Presidente de la Nación, quien en este caso, ha preferido preservar su cara, ya bastante maltratada a raíz de un tumor que tuvo pero que no tuvo, o algo así.

Y entonces el Gobierno, a sabiendas de tanto pelotudo suelto y dando vueltas, ensaya la más repudiable de las defensas, atacando. Pero como los pelotudos también superabundan en el Gobierno, se les ha escapado un detalle que sepulta cualquiera tipo de defensa, así sea a través del ataque. El Director de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, indicó que la misma realizó un informe en el año 2008, respecto a las deficiencias que presentaba el servicio ferroviario de la línea Sarmiento, destacando que para entonces, la situación era (sic) “desastrosa”. El pez por la boca muere, reza otra conocida frase.

No obstante, el Gobierno ha venido subsidiando permanentemente a la Empresa TBA. El Estado, a través del Gobierno de turno, tiene la obligación indelegable de supervisar que el beneficiario, cumpla a rajatablas con la prestación de un servicio adecuado, manteniendo las distintas formaciones ferroviarias en perfecto estado de conservación y mantenimiento. También debe supervisar la idoneidad de los efectivos contratados, o tomados como empleados de planta.

Esto me recuerda la presentación realizada por la señora Hebe de Bonafini, ante “El Juez de los Anillos”, a raíz del sonado y ya casi olvidado caso, que tuviera como cómplice necesario a Sergio Schoklender.

Me animaría a decirle que es una copia fiel. La diferencia radica en que la precitada señora, no obstante la asistencia de un abogado Constitucionalista, bien puede ampararse en su evidente senilidad. La Señora Presidente de la Nación en cambio, tiene 59 años recién cumplidos, y el amparo no le cabe, más allá del contenido de sus repetidas oratorias, habitualmente encontradas con lo que sabe, cree o piensa. Llámeles mentiras, si prefiere.

¡Claro que una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa, cono suele repetirme el más intelectual de mis amigos!. En éste caso particular, ya estamos hablando de la pérdida de cincuenta vidas humanas, y mas de setecientas personas con heridas de distinta consideración, consecuencia de la desconsideración que siempre se ha tenido por el usuario, convertido esta vez, en víctima, o víctima fatal.

No sé que medida tomará el señor Juez Federal Dr. Bonadío, quien entiende en la causa, por tratarse del titular del Juzgado Federal de turno al momento de producirse la tragedia. Si espero se ajuste a derecho, y desestime semejante mórbida presentación.

Hecho el correspondiente comentario con detalles sin lujo, me permito redondearle el concepto. Ud., y yo, estuvimos y estamos subsidiando a ésta Empresa, y otras de semejante calibre. Ud., y yo, deberemos responder civilmente, y COMO CORRESPONDE, para resarcir de manera crematística, a víctimas y/o familiares. La responsabilidad penal, debería recaer sobre Representantes de la Empresa, y Nuestros Representantes, ratificados por mayoría el 23 de Octubre del año ppdo., donde no sería sano faltaran cuando menos, el Ministro de Planificación Federal, y el Secretario de Transporte.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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