NI EL FUNCIONARIO MÁS HIPÓCRITA Y SOSPECHADO, PONE LAS MANOS EN EL FUEGO POR EL VICEPRESIDENTE DE LA NACIÓN (Al borde de la locura)

¡Ojo que esto, de modo alguno implica el que no lo comprenda. Es más, siquiera pongo una  tira de asado en el fuego por el Vicepresidente; menos aún por el funcionario que dice no ponerlas!.

En definitiva, y más allá que no lo digan, la lógica indica que quienes forman parte de este Gobierno, en cualquiera de los Tres Poderes de la República perdida, mal podrían poner las manos en el fuego, si de otro se trata. Ergo: son delincuentes de mayor o menor calibre, no dispuestos a “comer vidrio”. ¡Y por favor, no asocie en éste caso lo de vidrio, a transparencia!. Casi, casi le formulo la pregunta de rigor que prometí no volver a formularle, pero le recuerdo por lo que puta pudiera; ¿comprende?.

Como apreciará, ninguno de éstos funcionarios tiene la estatura moral que fuera exclusivo patrimonio de “El”, a esta altura del partido, y como ya le dijera en algún otro editorial, pavoneándose a lo loco en el infierno, luego de haberse devorado al propio Satanás. Quizá esto le ayude a entender, como era posible que “El” fuera capaz de poner sus manos en el fuego, por todo aquel que cumpliera a rajatablas con la orden de la sumisión total e incondicional – llámense, indignos arrastrados -. Punto.

De todos modos, es más que probable que la Imprenta Ciccone, comience a funcionar a la par de La Casa de la Moneda. También es más que probable, que Ud., en un futuro no muy lejano, se percate que existen dos billetes de cien mangos cada uno, con la misma numeración. Billetes gemelos, si prefiere, y ambos con el mismo valor… o sea, sin valor. Ud., me dice que para entenderme me tiene que releer. ¡Imagínese lo que me cuesta a mi escribirlo, y de una!.

Le confieso, así ya lo haya adivinado, que cuando le escribo, es como si le tuviera frente a mi, y estuviéramos charlando. Eso me confiere la ventaja de no aburrirme tanto. Si Ud. hace “la prueba”, es posible que le pase lo mismo. Por otra parte, tiene la ventaja de conocerme a través de la foto sobre la que “Gracielita no tuvo la delicadeza de mandarse el regio photoshop que tanto necesitaba”.

Quédese tranquilo que ya estoy tomando la medicación. Tengo un amigo en la Aduana que se jugó, metiéndose en uno de los tantos contenedores cargados con medicamentos y libros. Además, y como es realmente “un amigo”, apenas tuve que garpar el precio de costo, circunstancia ésta que alivia de manera significativa, mi presupuesto mensual, teniendo en cuenta que no voy al cine ni al teatro, no almuerzo ni ceno fuera de casa, todavía no pude tomar vacaciones, etc.  Le digo más; en cualquier momento abro una cuenta a mi nombre en el Banco Nación, a través de la que Ud. podrá hacerme llegar un billete de dos mangos, ya en extinción. Si le pido, caso que se llegaran a imprimir billetes de quinientos mangos con la imagen de “El”, evite el envío. Soy alérgico. No le pido que me haga llegar la dádiva en sobre cerrado a mi domicilio, porque en ese caso debería contratar a algún experto en explosivos, cuando de abrir el mismo se trate; ¿comprende?. ¡Lo parió…sabía que a la corta o a la larga iba a meter la pata!. Sepa disculparme; Ud. también es argentino, y los argentinos “semo buena gente, semo”.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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