LA OBSERVACIÓN, A TRAVÉS DEL MÍNIMO ESFUERZO (recreo para un día lunes)

¿Tiene Ud. televisor?. ¡Bien!; hemos dado un paso más que importante…esencial, le diría. ¡Ah!, perdone, y antes de seguir…¿funciona verdad?. Gracias. Disculpe.

Como  a Ud., igualmente le meten el “Fulbo para todos” bien adentro de su casa, ya a través del Torneo de Primera Division, de 2da. División, y cuanto otro partido se dispute, en tanto la asistencia prevista supere las cinco personas, repare desde la comodidad que le brinda ese sillón…perdone…¿tiene sillón?. Gracias. Sigo. Repare entonces, no en el partido justamente, sino en la denominada “previa” que le ofrecen algunos de ellos. La previa, es esa suerte de anticipo, que le permite observar, a través de la vista y del oído, casi todo aquello que acontece  durante el ingreso de espectadores, al escenario donde se desarrollará el evento, comúnmente conocido como “cancha”.

Me tomo el permiso de recomendarle esa mínima pérdida de tiempo, habida cuenta que a mi modesto entender, se convierte en ese termómetro capaz de medir la temperatura social, en la que Ud., y yo, vivimos inmersos, a veces sin darnos cuenta.

En principio repare, excepciones hechas al margen, en “lo que entra al estadio”, y de la manera que entra, “eso que entra”. No se pierda la nota que el “movilero” de turno realiza a ese grupo de personas quienes sin estar enajenadas, hacen lo posible por parecerlo. Y entonces, no dejan pasar la oportunidad de expresarse, y mostrarse ante la cámara de la fenomenal trascendencia, tal cual son. Y entonces el tipo aprovecha para despacharse a piaccere, máxime a sabiendas que “la cosa” va en vivo y en directo. Y entonces descarga toda su furia contra el equipo adversario, al que “le vamo a romper el culo, le vamo a romper”, no sin dejar de hacer la mención respecto a aquel otro que por tradición, ha sido su adversario de siempre. Boca-Ríver; Independiente-Rácing; Estudiantes-Gimnasia; San Lorenzo-Huracán, y otros. En éste caso, el tono es aun mayor…”ya te va a llegar el turno bostero, me das asco, apestás, te vamos a coger”, u otras de parecido nivel, que Ud., podrá hacer extensivas al club de sus amores. Por otra parte, repare en el siguiente detalle; el tipo admite que se va a coger a ese otro que le da asco, y apesta. Grave. Gravísimo, le diría.

Y entonces, Ud. concluirá en que la mayoría de los asistentes, no concurren a un espectáculo deportivo, sino que forman parte de uno de los dos grupos, a punto de confrontar en una guerra pactada en 90 minutos. ¡De acuerdo!; este tipo de exteriorizaciones, se dá por lo general en el Fulbo, al que alguien calificó en su justa dimensión…”pasión de multitudes”, cuando sabido es que la pasión, no es otra cosa que la alteración del alma, o del ánimo, conforme la cita que hace de ella, la Ciencia Filosófica, o si prefiere, la recreación del “crimen pasional”.

Lo que ocurre ya dentro de los estadios, tanto de parte de “simpatizantes” como jugadores, ya Ud., lo sabe. El jugador de un equipo, no conforme con  quitarle la pelota al eventual adversario, procurará “arrancarle la gamba”. Traslade esto a lo que puede llegar a ocurrir en la tribuna, donde “la falopa corre a rolete”, más allá de que a algún que otro ñato, le encante “florearse” con la novia, poco bonita pero extravagante, con la que ingresará a “la jaula de los leones”, convirtiéndose al momento, en el más osado de los “domadores”.

Las expresiones gestuales, también tienen su encanto, y no debería desaprovecharlas; “el dedo medio de la mano levantado”, o el juego de manitos consistente en formar un agujerito con la una, y el dedo índice de la otra, que le atraviesa. Descarto la ostensible tocada de testículos, da dos manos y por demás exagerada, por entender pueda tratarse de un problema urinario, o simplemente la adhesión de alguna “ladilla” a la pelvis del sujeto, que pretende ver “el partido”, de colada.

Por supuesto que queda mucho por decir, consecuencia de esa observación a la que le invito, y hasta puede acompañar de unos buenos mates, ya en la más absoluta soledad, o junto a su esposa, concubina, novia, amante, amigo, amiga.

Pero Ud., me pregunta por la “desconcentración”. Ocurre que la desconcentración, está íntimamente ligada al resultado del partido. Si me tengo que remitir al 1-0 en favor de Atlanta sobre Ríver Plate, no me alcanzaría el espacio para transcribirle lo que observé.

También me pregunta por los árbitros. Hoy por hoy, en nuestra Argentina, solo puede ser árbitro de un partido de “fulbo”, alguien con una congénita o adquirida predisposición al “suicidio”.

Esto ha pretendido ser una acotada recreación, suficiente como le dijera, para medir la temperatura social. Si de decadencia y mediocridad se trata, con el haber encendido ese televisor y repasar los canales de aire, igualmente tendrá una acabada medida de las mismas.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

Salir de la versión móvil