¿TU TAMBIÉN HIJO MÍO?
Por Víctor José Del Vento
Si bien los capitostes del ejecutivo ya venían con tironeos previos con los muchachos del bloque PRO, la tormenta no solo voló las chapas, sino que los terminó de poner en cortocircuito. Es claro que los peronistas devenidos PRO no tienen tanta sintonía fina ni tanta cara de piedra como los muchachos paquetes del PRO, para aguantar las tantísimas puteadas por el desinterés logístico -¿o financiero?- ante situaciones como la del caos posterior a la tormenta.
El ataque comenzó cuando tras la tormenta, los servicios municipales para auxilio a los vecinos salieron con la misma velocidad de siempre: es decir ninguna. Es claro que para que Macri y sus adláteres, las prioridades son muy otras: el ejemplo lo dio la presteza y eficiencia conque se armó y desarmó el scalextric para la carrera del Super TC 2000. Allí vimos todo un despliegue de eficiencia jamás visto antes con esta gestión.
La respuesta tardía estilo “lo atamos con alambre” nos tiene podridos a todos, porque es una marca de fábrica de este gobierno -tanto como de los anteriores-, pero los cruces entre los chicos PRO y los muchachos peronistas surgieron con más fuerza esta vez.
El colmo fue cuando desde el kirchnerismo calentaron más la pava para avisar que Rodríguez Larreta y Carolina Stanley (ministra de Desarrollo Social), andaban de paseo y no en un auto feo en otros países menos mojados. Se sabía que Macri no iba a salir a hablar tras el desastre para no traicionar esta inveterada costumbre de nuestras clases dirigentes de no aparecer ante tragedias como esta. A propósito; ya que la presidenta usa la cadena nacional hasta para contarnos que se hizo los pies, ¿por qué no la usó -tampoco esta vez- para hablar a los ciudadanos de capital y de provincia? Salió Boudou, si. Pero con el quilombo que carga, no tiene tiempo para dedicarle a minucias. Eso si; si le piden que haga recitales de guitarra a beneficio, va. Solo llaménlo…
Es decir; nuestras clases dirigentes todas, jamás estarán a la hora de poner la trucha ante un desastre que afecte a sus votantes, pero si los besarán en los actos partidarios si se presentan bañados y peinados y no sangrando como en Once, Cromagnon, la AMIA, etc., etc.
La mano venía dura, y motivado -y en desacuerdo con la política del jefe-, Cristian Ritondo (Vicepresidente 1° de la legislatura), no pudo hacerse el sordo ante la penosa situación del sur y presentó un proyecto para declarar la emergencia de hábitat y espacio público en la Ciudad. Los muchachos del ejecutivo entendieron que con la evidencia de los fundamentos de este proyecto quedaban pegados por su triste maniobrar a la hora de bajar a los gatos de los vecinos de los árboles, y ante ello, ni lerdos ni perezosos, le metieron un voleo al proyecto del dilecto hijo del barrio de Mataderos.
Valga decir que hay algunas sospechas -sin demasiadas pruebas, eso si- contra Ritondo, porque “desde arriba” se preguntan porque los únicos vecinos de capital que cortaron la avda General Paz son los de Mataderos. En este caso, al igual que con el caso de la pelea de barrabravas de Chicago del hospital Santoianni, le cargaron el muerto sin investigar demasiado la cosa, ya que el hombre tiene contactos fluidos en la zona. Pero, es dable reconocer en uno u otro sentido que las investigaciones nunca se llevan a cabo con seriedad, por lo cuál Ritondo será inocente hasta tanto o enganchen, -o no-.
El otro punto que molesta a los “pensadores” PRO, es que este pedido también deja mal parado a Macri, ya que de haberlo querido, hubiese actuado como su compañero de picados televisados, -don Daniel Scioli-, que sin preguntarle a nadie declaró la emergencia en toda la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo es dable señalar que hay por lo menos dos proyectos más de pedido de emergencia para ser tratados en la legislatura, y a priori el bloque del PRO no les haría asco. Hay voces susurrantes entre los legisladores PRO en el sentido del descontento general actual por la gestión ya que a este desastre, se le debe sumar el sartenazo incipiente en la tarifa del ABL cuyo ardor quedó tapado por el temporal, pero que amenaza cobrar vida de la mano del descontento de un electorado que le renovó los votos a Macri una vez, pero al que hoy si le preguntan tal vez no.
Entre tanto, Cristian Ritondo debe lidiar con su presente de malquerido por papá Mauricio, como en el armado previo de la lista para la última elección donde debió pelear su ranking con el rabino Bergman, -entonces hijo de pródigo de Mauricio-, para no ver apagada su estrella.
Y el acuchillado Macri se pregunta: Cristian, ¿tu también hijo mio…?