Ricardo Jorge Pareja / parejaricardo@hotmail.com
Le recuerdo que la Yerba Mate, es un árbol que crece en las cuencas de los Ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, ¡ahijuna!. En la actualidá, como para no remontarnos cual barrilete a tiempos inmemoriales, la forma de consumo es la infusión, que se realiza de dos maneras. En forma de té, para lo cual se cuela, o se usa el empaquetado comercial en forma de saquitos. Y en el curioso ritual de “mate cebado”, para lo que se necesita de una vasija pequeña (llamada mate), que bien puede ser de frutos naturales, madera o metal; la bombilla, un tubo de metal o caña con perforaciones en su parte inferior, que, al introducirla en el mate con yerba, hace las veces de sorbete y colador al mismo tiempo. El mate se ceba con agua caliente sin hervir, pero existe la versión con agua fría, denominada “tereré”. En una vasta región Sudamericana, el mate tiene connotaciones culturales muy fuertes. Y lo dejamos ahí.
Si considero oportuno recordarle que la hoja se obtiene a través de “la poda” del árbol. En el paquete Ud. podrá encontrar también palitos, bombón, y helado – ¡no, perdone; se me pegó la muletilla del vendedor ambulante del refrescante producto que nada tiene que ver con el tema, ni con el mate! -, ¿la caza?. Bien. Gracias.
Dicho de otra manera, hay yerba mate “a cagarse”, como vulgarmente se dice, al margen de que el producto moviliza la actividad intestinal. Le digo más…¡hasta tierra trae!, como para incrementar considerablemente el peso del paquete. Marcas tiene o tenía para elegir, a rolete. Hoy por hoy, creo está en estudio la posibilidad de venderla suelta, y al menudeo. Ya se verá.
De todos modos, la cosa no es tan grave como algunos detractores y golpistas la pintan. Finalmente, lo pior que nos puede llegar a pasar, es el tener que resignar una tradición más, como por ejemplo “los buenos modales”, “la ética y la moral”, “el género”, “el respeto por la enseña Patria”, “el respeto por la Patria, y nuestros máximos Próceres”, etc.
Ergo: si Ud., se pone a pensar seriamente en todo lo que hemos resignado, concluirá que el privarse de un matecito, no será la muerte de los que todavía quedamos en pié, ¿se dá cuenta?.
Por otra parte, cuando una actividad comercial, cae, habitualmente hay otra que en contrapartida, crece. Y no le quepa la menor duda que a partir de este momento, la venta de preservativos estará a la orden del día, y al alcance de todos. ¡Esto, por supuesto, hasta que “la cosa pegue la vuelta”, y pasen a ser los preservativos los de costo inalcanzable, y la yerba mate uno de los productos más accesibles para el bolsillo del caballero o la cartera de la dama. ¡Y la puta madre, se me pegó otra muletilla!. Perdone.