Ricardo Jorge Pareja / parejaricardo@hotmail.com
¿Sabe que pasa?. No es fácil titular semejante despropósito, así los despropósitos se hayan convertido en moneda corriente. El martes, durante casi todo el día, me quedé pegado a la pantalla del televisor. Así tuve oportunidad de ver por primera vez al joven Viceministro de Economía, Axel Kicillof, quien se viene “comiendo” todas las primeras planas de los distintos medios de prensa oficialistas, y no oficialistas, o golpistas para mejor decir. ¡Exactamente!; en la Argentina de hoy, sos oficialista, o sos enemigo, jamás disidente!.
Sí debo ser contundente en expresarle mi disgusto, provocado por el nuevo rol protagónico de Don Bigotazo, más allá de verle remozado, y encantado en su rol de “Presidente”, así sea de una de las tantas Comisiones que pululan por el Parlamento.
Del resto no vale la pena opinar. Si quizá valga la pena rescatar alguna que otra exposición de algún que otro Senador o Senadora, para quienes la historia seguramente tiene un lugar reservado, así vivamos cagándonos en la historia, y los lugares aparezcan reservados siempre para los mismos. Otro Punto.
¡Ya llego al título…ya llego al título, no me joda!, que al igual que el joven Kicillof, soy hombre de “pocas pulgas”. ¡Ahora se vienen las manifestaciones de apoyo a La Señora, a la que por un buen tiempo, veremos más agrandada que Goliat frente a David, a quien para colmo le arrebataron “la horqueta de mano”, ¿comprende?. Y entonces, les toca el turno a los muchachos de los planes y la prebenda…que son muchos, y hace ya un buen tiempo, se la vienen ganando sin hacer un carajo. ¡También y por supuesto!…¿por qué restarles mérito?, se manifestarán todos los muchachos de perfil nacionalista, para quienes el lema de “quien me quita lo bailado” ocupa un lugar preponderante. Y esta vez, lo bailado seguramente tendrá que ver con música de corte “flamenco”. ¡No!…”¡el que no salta es un inglés!”, ni es flamenco, ni tiene un jocara que ver con lo que le estoy tratando de decir, así el final pueda llegar a convertirse en lo más parecido.