Las finanzas judicializadas

Libor, el Euribor, HSBC, México, España, narcotráfico y el capitalismo financiero, todo lo que el mundo transformó en una sola realidad.

 

El capitalismo con su lógica financiera y neoliberal muestra su costado más brutal. En las últimas semanas, salieron a la luz diversos escándalos relacionados con el mundo de las finanzas. Los más importantes son la manipulación de la tasa Libor y Euribor, actualmente el fraude está siendo investigado en el Reino Unido y EEUU; por otro lado, las acusaciones del Senado de los EEUU al banco HSBC (inglés) por lavado de dinero. En términos regionales, el lavado de fondos provenientes del narcotráfico de México es más relevante que los “arreglos” ilegales de tasas de interés. Sin embargo el mercado tiene su propio juicio al respecto, las acciones de HSBC bajaron tan solo un 3%, mientras que las acciones de Barclays, entidad bancaria que aceptó su culpa en el dibujo de la tasa de referencia, cayó un 17%.

¿Qué es el Libor y el Euribor?

En pocas palabras, es el precio que tiene el dinero. Todos los días se les pregunta a los 18 bancos más importantes de la city Londinense a qué tasa de interés se prestan dinero entre sí para cubrir necesidades de fondos (esto es mucho más común de lo que cualquiera supondría, no representa un riesgo). Las respuestas que dan los bancos pasan por un filtro, se eliminan las 4 tasas más altas y las 4 más bajas, y con el resto se hace un promedio. Ese interés, entre otras cosas, indica el grado de confianza que se tienen las entidades entre sí y sirve de referencia, en particular la tasa  Libor, para todo tipo de créditos a escala mundial. La tasa interbancaria calcula varias monedas: dólares estadounidenses, australianos y canadienses; libras; yenes; francos suizos; etc. El Euribor es idéntico al anterior, pero para el euro. En general, la referencia más importante es el precio del dólar estadounidense en diferentes plazos. En términos más sencillos, si la economía marcha bien, el precio del dinero, es decir ¿cuánto cuesta un crédito en dólares a x plazo?, es bajo. En tanto, durante crisis financieras, como sucedió en los años 2008 y 2009, las tasas interbancarias debieron haber subido dado que la exposición de las entidades a la crisis era importantísima. Eso no sucedió y alguien ganó miles de millones de dólares, otros perdieron la misma cantidad. Por una simple razón, una entidad que dibujó la tasa prestó a un interés del 4% y se financió (es decir, pidió prestado) en los mercados minoristas a 2%. Ese pequeño porcentaje, en miles y miles de millones de dólares es incalculable.

Un ejemplo de cómo repercute a nivel mundial este arreglo entre bancos en Londres es: El Boden 2012 y Boden 2013, actualmente en boca de todos por la posibilidad de hacerse con divisas, están ajustados según la tasa Libor. Parece un chiste, pero los tenedores de títulos de deuda argentinos ajustados por la inflación que mide el INDEC no serían los únicos perjudicados. Porque la tasa Libor fue revisada a la baja, a modo de esconder el impacto de la crisis de las hipotecas en EEUU (Lehman Brothers). Si a las mismas causas se esperan iguales efectos, ¿cómo es posible que la manipulación de la tasa Libor no perjudique el clima de negocios a nivel mundial, en particular en los países desarrollados? ¿Por qué el riesgo país de los países involucrados, aquellos que debieron fiscalizar a los bancos, no sube fuertemente? ¿Bajo qué paraguas teórico se entiende que los inversores internacionales no salieran corriendo de las plazas financieras antes dichas y se refugiaran en otros mercados como sí sucede, según todos los economistas, cada vez que un país en desarrollo utiliza estrategias alternativas o al borde de lo legal?

Los perjudicados por la manipulación

En principio, los mayores perjudicados son los países exportadores de ahorro, Alemania y Japón. Es decir, países que tienen un elevado índice de ahorro en sus ciudadanos, entidades o empresas, y que se vuelca al mercado financiero. Ese monto, luego, sirve para dar créditos de todo tipo a través de las entidades bancarias más importantes del mundo. Otros perjudicados son los inversores institucionales,  fondos de pensión estadounidenses al estilo de las ex AFJP en Argentina.

Un dato importante, sólo en España existen 18 millones de créditos hipotecarios cuya tasa de interés se determina por el Euribor.

Las entidades bancarias que están siendo investigadas tienen sus casas matrices en los países más desarrollados del mundo: EEUU, Canadá, Inglaterra, Hong Kong, entre otros. Y se trata, nada menos, del JP Morgan, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, HSBC, UBS, Citigroup y Barclays.

Hablando del HSBC

Esta semana también se conoció una investigación realizada por el Senado de EEUU, en la cual se acusa a la entidad de manejar fondos provenientes del lavado. El origen de esos miles de millones de dólares incluye a México (fondos del narcotráfico), Irán (país sancionado por EEUU para negocios financieros), Arabia Saudita (Banco Al Rajhi, sospechado de manejar recursos que  financian actos terroristas), entre otros.

Según las estimaciones, entre los años 2008 y 2009 la filial mexicana del HSBC transfirió a su filial en EEUU unos 7.000 millones de dólares. Muchas de esas operaciones, incluye depósitos en efectivo. Las autoridades mexicanas habían alertado al banco de que tales movimientos sólo le eran posibles a los carteles del narcotráfico. Es decir, México está encerrado en una guerra imposible de ganar que ya costó más de 50.000 víctimas en pocos años. Entre tanto, entidades financieras multinacionales se benefician manejando los fondos ilícitos que recaudan los grupos enfrentados de igual a igual con el ejército mexicano. Además, EEUU no permite un cambio de política en la lucha contra el narcotráfico luego de que sus planes demostraran, en todos los rincones del globo, un fracaso rotundo. El ejemplo más reciente es Uruguay, allí el presidente Mujica abrió un debate absolutamente necesario, legalización de la marihuana. Desde la ONU, bajo la supervisión estadounidense, se apuraron a decir que violaría tratados internacionales y, por tanto, enviaron una misión para advertir de los riesgos que implicaría un cambio de política.

Un dato más. Durante el primer semestre de este año, salieron de México unos 14.000 millones de dólares, de los cuales se desconoce su origen y destino (para comprender la magnitud de las cifras: la deuda que Argentina saldó con el FMI era de sólo 10.000 millones de dólares)

En este caso, es mucho más simple suponer quién se benefició y quién se perjudicó. Si las entidades bancarias multinacionales operan con dinero ilícito y obtienen ganancias, y la mayor parte de esos fondos se traducen en créditos de todo tipo (hipotecarios, a la industria, investigación, etc.) o compra de títulos de deuda de los países centrales, el resultado es que la guerra que desangra al Estado mexicano tiene consecuencias increíbles: construcción de viviendas en el primer mundo, ¿por qué no pensar que parte de esa plata vuelve a México en forma de créditos internacionales, es decir deuda externa?, etc.

No es la primera vez que el capitalismo con su lógica financiera y neoliberal muestra su rostro con una crudeza insoportable. Sin embargo, el Congreso español acaba de votar los planes de ajuste que Rajoy ¿negoció? con la Unión Europea para recibir un rescate de 100.000 millones de euros. Claro, esos fondos son para cubrir a los bancos. Así es como la rueda sigue girando. El problema es que los nuevos recortes no discriminaron a nadie, incluso se puede sospechar que se ha disparado en su propio pie al ubicar en el mismo bando a las fuerzas policiales con los indignados. En tanto, los españoles se fueron enterando los alcances de la negociación entre su Gobierno y el resto de los países europeos, cuando estos últimos informaron a sus propios ciudadanos el cómo, por qué, cuándo y por cuánto, debían rescatar a España.

Es poco creíble que Rajoy pueda sobrevivir mucho tiempo más si, entre otras cosas, socava los muros de contención que utilizó para reprimir el conflicto social mediante ajustes (policía, justicia, burocracia). Las consecuencias de su política sí se extenderán durante varios años, por no decir algo más de una década si no existe un cambio de rumbo extremo en el corto tiempo.

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