18A: ALREDEDOR DE 2.500.000 DE CIUDADANOS EN LA MARCHA

Fueron miles los autoconvocados frente a Casa Rosada protestar contra la gestión de Cristina Fernández. Hubo dos reclamos principales: la corrupción y la reforma judicial (se está tratando en el Congreso)

El cacerolazo contra el Gobierno convocado para hoy por las redes sociales y los partidos de la oposición reunió a unos dos millones de personas en todo el país. Es la tercera movilización de este tipo que el kirchnerismo padece en los últimos 8 meses. La última había sido el 8 de noviembre pasado.

En las principales ciudades argentinas gente de todas las edades, en familia y de clase media salió a la calle con cacerolas, botellas con arroz y elementos para percutir y protestar contra Cristina Fernández.

En Capital Federal, el cacerolazo comenzó en la esquina de Santa Fe y Callao, donde ciudadanos de a pie y políticos se concentraron con una bandera argentina que cruza toda una calle.

Los manifestantes marcharon con tranquilidad, la mayoría con banderas argentinas. “Vamos por todo, dijo la vieja terca”, fue uno de los gritos más escuchados. El otro hit, fue el simple “Ladrones”.

La reforma judicial pegó fuerte y se hizo ver en las protestas. “Con justicia, sin corrupción”, fue el cartel que lidera una columna que encabezaron los diputados Ricardo Alfonsín y Miguel Bazze. La gente los saludó amablemente.

Sobre la avenida Callao cruzaron dos grandes banderas que decían “La patria está en el campo marchamos por la república. Bajos impuestos y libre comercio”. En el medio de la gente hubo políticos tratando de hacerse notar como Ricardo López Murphy. Pero pasaron desapercibidos.

La marcha hacia Plaza de Mayo fue pacífica, con gente caminando y algunos golpeando cacerolas.

En la Plaza de Mayo hubo una gran concentración de manifestantes, sobre todo al lado de la Catedral y de la Jefatura de Gobierno y en especial sobre Diagonal Norte.

Entre el olor a choripán, los cánticos con Cristina Kirchner prácticamente como la única destinataria y el ruido de tambores, la gente exhibió carteles con consignas como “No a la re-re”; «No a la reforma”; “Basta de K de Korrupción”; “Anti K hasta la manija”; “Gobierno K mafioso, que el mundo se entere” o “Ciudadanos o súbditos”.

No faltaron pedidos de renuncia hacia la presidenta y alusiones violentas como «Moreno: las cacerolas en el orto te las vamos a meter a vos», en alusión a dichos pasados del Secretario de Comercio Interior.

“Ya tenemos un modelo argentino: el papa Francisco”, decía otro afiche. “Venezuela no, por favor” y “Oposición únanse!”, también se pudo leer entre las pancartas.

Ancianos con andadores y bastones, adolescentes con el uniforme del colegio y madres con los carritos de sus bebés le dieron a la movilización un color que no se había visto en el 8N.

«Venimos a protestar por todo: hay que cambiar la Justicia pero no como quieren ellos; pagamos 40 años de aportes y se roban nuestra plata», le dijo a LPO una señora de Caballito, de 65 años.

«Lanata lo único que hizo es mostrar la corrupción toda junta, pero nosotros ya sabíamos quién es Lázaro Báez y Cristóbal López», reforzó una mujer que la acompañaba.

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