El Gobierno defendió el traslado del monumento a Colón
Fue el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien aseguró que el traslado se realizaba “a los efectos de su preservación patrimonial”. Será reemplazado por uno de Juana Azurduy. El funcionario criticó la falta de preservación de otros monumentos por parte del Gobierno porteño. La remoción fue frenada por una ley impulsada por el macrismo y por una precautelar dictada por la Justicia.
El secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, aseguró que el traslado del monumento a Cristóbal Colón -emplazado detrás de la Casa Rosada- se realizaba “a los efectos de su preservación patrimonial” y por “pedido de la comunidad italiana de Mar del Plata”. Además, criticó la remoción de estatuas y la falta de preservación de otros monumentos por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El primero de los nueve puntos del comunicado firmado por Parrilli, sostiene: “El citado Monumento fue construido con motivo del aniversario del centenario de la Revolución de Mayo por residentes italianos, y donado al Poder Ejecutivo Nacional y al Pueblo Argentino. En ningún momento se habla del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ni de la comunidad porteña”.
“La Legislatura macrista, hace dos días, sancionó una ley que lo declara ‘bien integrante del patrimonio histórico y cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires’, con lo cual ratifica que hasta hace dos días dicho monumento no era de interés ni preocupación municipal”, prosigue el comunicado.
Asimismo, Parrilli aclaró que en 2008 la Dirección Nacional de Arquitectura advirtió sobre “el grave nivel de deterioro que registraba el Monumento a Colón”, razón por la cual surgió “la necesidad de su desmontaje a los efectos de su preservación patrimonial”.
“A raíz de dichos informes, y de un pedido de la comunidad italiana de Mar del Plata, que solicitó instalar en la Plaza Colón de dicha ciudad el citado Monumento, el Gobierno Nacional inicio el proceso para la conservación, restauración, puesta en valor y eventual traslado del mismo”, señaló el funcionario en el texto.
Con respecto a la instauración del monumento a Juana Azurduy, donado por el Gobierno boliviano, Parrilli señaló que “en la sede del Gobierno Nacional, resulta más justo e histórico que acompañe una estatua que representa a una mujer heroína en las luchas por la Independencia de la Argentina y de los hermanos Países de América del yugo colonial de entonces”.
Por otra parte, Parrilli criticó la remoción “sin intervención de la Legislatura y sin que se sepa su destino” de 10 estatuas y placas en la ciudad, a causa de “las obras del Metrobús”.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había anunciado que el traslado del monumento y su reemplazo por el de Juana Azurduy, pero desde el PRO votaron una ley que lo considera “patrimonio de la Ciudad” y la Justicia dictó una precautelar para frenar cualquier movimiento.
Antes de Parrilli, el jefe del bloque de diputados del FpV en la Legislatura porteña, Juan Cabandié, había sostenido que «la potestad sobre el monumento es del Gobierno nacional».
Por su parte, el legislador del PRO, Cristian Ritondo, se había quejado de la falta de información por parte de la Casa Rosada con respecto a la cuestión y el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, había advertido: Si dejamos que esto pase, mañana nos afanan el Obelisco».
El propio jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, se había preguntado a través de su cuenta de Twitter: “Si se quieren llevar el Monumento a Colón, me pregunto cuál será el siguiente ¿El Monumento de los españoles? ¿El Resero de Mataderos? ¿La Flor?”