JOYA; NUNCA VAGÓN

el gobierno porteño compró 73 vagones de 15 años de antigüedad

USADOS: CASI NUEVOS

En una nueva muestra de los brillantes negocios en que se invierten los dineros de los contribuyentes, el gobierno porteño adquirió parte de la flota en desuso del subte de Madrid.

Tal vez esta operación comercial obedezca a la «relación carnal» entre Macri y el Partido Popular con el que tanto se identifica nuestro jefe de gobierno, que parece olvidar que la crisis sin antecedentes que hoy hunde a España, es mérito absoluto del PP. Así las cosas, no se privó de comprarle 73 unidades ferroviarias al Metro de la Comunidad de Madrid, «en perfecto estado de conservación» según el vendedor.

Y hay una fuerte polémica en Madrid porque el Metro local, que reduce sus frecuencias, le vende 73 unidades a Subterráneos de Buenos Aires, en 32,6 millones de euros que incluyen la asistencia técnica para su puesta en funcionamiento.

Patricia Morales recordó en la web Voz Pópuli, que a principios de este año, el Gobierno de la Comunidad de Madrid anunció que las tarifas para 2014 en el Metro de Madrid estarían congeladas, a causa del aumento del precio del billete en hasta 21% desde 2011, en un escenario económico difícil.

Ignacio González, el funcionario a cargo, anunciaba su populista medida con los coletazos de la puesta en marcha de un retiro voluntario al que se acogieron casi 600 empleados, estrechez que permitiría una reducción de masa salarial durante 2013, 2014 y 2015 de 47 millones de euros. Además, se alcanzará un ahorro de más de 119 millones hasta 2020.

Pero, al parecer, las cuentas no salieron tal como se esperaba, y González, mientras supervisaba el embalaje de las 73 unidades ferroviarias vendidas a Subterráneos de Buenos Aires, a cambio de 32,6 millones de euros, dijo que «No se descarta reducir las frecuencias en cuanto aumente el número de viajeros».

El Metro de Madrid parece padecer una elevada insatisfacción de sus clientes, y encima González habló de que «técnicamente es necesario tener trenes parados» aunque reconoció que hay «algún tren menos porque redujimos las frecuencias».

En ese contexto él ha sido criticado porque vende unidades que, de acuerdo a lo que informó Metro de Madrid, cuentan con “15 años de antigüedad, se encuentran en perfecto estado de conservación y prestan un perfecto servicio en cuanto a ratios de disponibilidad y fiabilidad”, trenes aptos para la circulación que estaban sumando polvo en las cocheras de la Comunidad.

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