EL PAPA FRANCISCO CANDIDATO AL NOBEL DE LA PAZ

La candidatura se conoce al cumplirse por estos días el primer aniversario de su pontificado.

EL CAMPEÓN DE LA PAZ POR OTRO TÍTULO

La comisión Nobel reducirá la lista a una docena de nombres antes de fines de abril y finalmente el elegido será anunciado el 10 de octubre en Oslo, según informó la agencia ANSA.

Entre los candidatos también se encuentra el presidente ruso, Vladimir Putin, una postulación que podría traer polémica ya que si bien fue elegido por su rol en la crisis siria, actualmente atraviesa un conflicto con Ucrania que podría desatar una guerra en Crimea.

El papa argentino tambén jugó un rol central en la crisis siria con varias acciones que, según especialistas internacionales, ayudaron a frenar la intervención militar de los Estados Unidos en el conflicto.

En setiembre del año pasado, Francisco le envió a Putin una carta, al comienzo de la cumbre del G-20 que se desarrolló en Rusia, en la que le decía enfáticamente que la opción militar no era la solución para el conflicto en Siria, tal como aseguraba Estados Unidos en ese momento.

Ese mismo mes, Francisco encabezó en la plaza San Pedro una conmovedora jornada de oración y ayuno por la paz en Siria, que se replicó -con celebraciones y rezos- en todo el mundo, y en la que se pidió por la no intervención militar en la región.

Desde entonces, son constantes tanto en sus mensajes públicos y como en entrevistas que mantiene con distintos mandatarios del mundo, los llamamientos de Francisco a que con “urgencia” cese la violencia y se emprenda un camino de “reconciliación, de concordia y de reconstrucción” en Siria.

A fines de año, el presidente sirio, Bashar Al Assad, le envió a Francisco un mensaje con palabras de agradecimiento por la “postura clara contra las agresiones” en su país.

Entre los postulantes al Nobel de la Paz de este año también figura Edward Snowden, ex contratista de la CIA que divulgó una red de espionaje de los Estados Unidos a nivel global y ahora está refugiado en Rusia.

Se destacan también en la nómina la activista paquistaní Malala Yousafzai, el ginecólogo congoleño Denis Mukwege, y la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton.

Según explicó Lundestad al realizar el anuncio en Oslo, “hemos tenido un número creciente de nominaciones de personas de países que nunca habían presentado candidaturas”.

El récord anterior se había alcanzado el año pasado, cuando hubo 259 candidatos, entre los que finalmente se impuso la Organización para la Prohibición de las Armas Quí­micas, premiada por sus “amplios esfuerzos” para eliminar esos arsenales. De los 278 candidatos de este año, 47 son organizaciones y el resto, individuos.

El premio Nobel es otorgado por un comité con sede en Noruega y sus miembros son libres e independientes, pero la Fundación Nobel está encargada de garantizar que sus distintos comités, entre ellos el de la Paz, respeten las disposiciones del testamento dejado por Alfred Nobel, el empresario industrial sueco que murió en 1896.

Fredrik Stang Heffermehl, presidente de la ONG Consejo Noruego para la Paz, sostiene que el propósito original del premio era reducir el poder de las fuerzas armadas en las relaciones internacionales.

A partir de la Segunda Guerra Mundial, el comité -elegido por el Parlamento noruego- amplió el premio para incluir a activistas ambientalistas, humanitarios y de otro tipo.

Los criterios que asentó Nobel en su testamento en 1895 son más bien vagos y dicen que el premio deben ser para los que “trabajan por la fraternidad entre las naciones, por la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y la promoción de congresos por la paz”.

Las decisiones del comité suelen provocar controversias sobre los premiados y es raro que el mundo coincida acerca de quién merece el premio de 1,5 millones de dólares.

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