Son las paradas “Pompeya” y “Sáenz” (costaron 2 millones cada una y 40 millones desarmarlas)
TE ROMPO EL RASTI
La gestión macrista va a desarmar las dos estaciones del Metrobus porqué “entorpecen” la futura obra del “centro de trasbordo” que unirá la línea “H” del subte, el FFCO Gral Belgrano y el Metrobus del Sur. Para ello la Jefatura de Gabinete acaba de lanzar la licitación 640 para alzar el futuro “centro de trasbordo” ubicado en el perímetro de avenida Sáenz entre avenida La Plata y Del Barco Centenera.
Por estos días, el despropósito cunde. Esta imagen es la que promociona el Gobierno Porteño sobre sus «logros» para Pompeya. Inaudito.
El texto oficial que acompaña la imagen es el siguiente: «LA IMPORTANCIA CLAVE DEL TRANSPORTE PÚBLICO EN EL SUR DE LA CIUDAD
Todos los días la Avenida Sáenz recibe a más de 350 mil personas que vienen desde la Zona Sur. Es un número impresionante de personas. Y en los próximos años este número va a crecer mucho más con la llegada de la línea H del subte.
Por eso estamos haciendo diferentes obras que serán fundamentales para el tránsito de la zona. Por ejemplo, estamos incorporando más líneas al Metrobus Sur, y reordenando los carriles de circulación. Además vamos construir más de 800 metros de dársenas techadas, con bancos e iluminadas, para que esperar sea más seguro y no haya que circular entre autos y colectivos para subirse a uno.»
El auditor porteño Eduardo Epszteyn es quién denunció este despropósito de la gestión macrista, por el cuál serán desarmadas las dos estaciones que hace menos de un año construyeron en avda Sáenz, que costaron la friolera de 2 millones de pesos cada una, y que ahora costará “cuarenta millones para desmontarlas: Nosotros habíamos advertido que esto iba a ocurrir. Señalamos en un documento las dificultades que se iban a presentar justamente en esa estación, donde estaba previsto ya desde aquel momento, un centro de trasbordo de la línea H. Sin embargo se construyeron igual estas dos estaciones, y ahora se licita y se adjudica el desmonte a la misma empresa que las construyó”.
Epszteyn habló de Macri y sus funcionarios: -“Toman las decisiones de manera apresurada y todos pagamos la improvisación y el marketing”, indicó el auditor sobre una de las obras vedetes de la gestión PRO.
El Metrobús del Sur costó más de 223 millones de pesos y eso contando “los extras” fuera de presupuesto que cobró la empresa constructora Bricons-Miavasa cuyo presidente es el afortunado Mario Raspagliesi. El mismo Eduardo Epszteyn fue quién denunció que la empresa recibió un 90 % más del monto original para la obra. Si bien la primer sorpresa es “la necesidad técnica” del desarme de esas dos estaciones, la “¡oh cuán enorme sorpresa!” es la enorme fortuna de la flamante empresa ganadora de la licitación para el desmonte que no es otra que nuestra conocida Bricons-Miavasa … (debe ser porqué como la obra la habían hecho ellos, tenían ya todas las herramientas ahí… ¿no?
La memoria descriptiva del proyecto dice: “Actualmente se encuentran emplazados en la traza dos paradores de 14 módulos de 3,30 metros, cada uno de ellos. Por ubicación y por características, los mismos no servirán para el nuevo sistema en cuestión”, indica. Y agrega consejos a la empresa privada: “La adjudicataria deberá contemplar el desmonte de cada elemento que compone ambos paradores, con extrema precaución, para ser reutilizados en futuros metrobuses”. Se supone que las partes de los paradores serán almacenadas en un depósito a la espera de nuevas obras. “El plan de transporte de Macri es más producto de marketing que de una verdadera planificación”, advirtió el auditor Epsz-teyn sobre la obra que la gestión PRO lanzó en plena campaña del año pasado y ahora prevé desmontar. “Toma las decisiones de manera apresurada, tal como advertimos –recordó–. Cuando fue lo de metrobús del sur, planteamos que iba a haber problemas en ese lugar. Como auditores, pudimos observar algo que ahora les cuesta millones de pesos a los porteños. Todos pagamos la improvisación y el marketing.”
LA RUINA DE (ESTA) POMPEYA
Y si hay un punto emblemático en la ciudad donde el estado cometió una barbarie tras otra “con sus obras públicas”, ese lugar es Avda. Sáenz. Con el Subte, cuyas estaciones fueron ya deshauciadas, igual arruinó la vida de un propietario expropiándole su local comercial y pagándole un precio irrisorio tasando algo intasable y obligándole a alquilar (¿El local expropiado? Cerrado, mal gracias…)
La otra barbarie fue el Metrobus mismo, que a solo dos semanas de “inaugurado”, y causando un caos inusitado al tránsito vehicular, -que todos los vecinos sabían que acontecería-, terminó en parches consistentes en una mayor “habilitación” de líneas a los carriles exclusivos sin ningún éxito. Como el desmadre siguió, solo le quedó a los cráneos del macrismo, mutilar (angostándolas) las históricas veredas de una avenida que conformó un centro comercial de los mejores del país (además de arrasar con todos sus árboles)
Claro que esta fue la frutilla de la putrefacta torta, ya que a los pocos vecinos advertidos de “las obras de puesta en valor” (eufemismo que se traduce en “mire que moco nos mandamos”), les prometieron que con los casi 2 metros cortados desaparecerían los puestos de los vendedores ambulantes, -cosa que no solo no ocurrió, sino que los comerciantes instalados, hoy los tienen casi dentro de sus locales-.
Así las cosas, el macrismo debiese replantearse seriamente su respuesta a un barrio que lo eligió en su momento como Jefe de Gobierno, cosa constatable con solo ver los números de las elecciones pasadas. El vecino de Pompeya lo eligió en su momento. Habrá que ver ahora si le renueva la confianza al PRO a futuro. Por lo pronto, la decepción es constante en este rubro.