Argentina ingresó así a un minúsculo y selecto grupo de naciones con satélite y cohetería propios
HAY UN GAUCHO EN LA LUNA
A las 18:43 desde la Guayana Francesa se elevó al espacio desde su lanzadera el Arsat-1, primer satélite geoestacionario de telecomunicaciones fabricado enteramente en la Argentina y 33 minutos después se separó con éxito del cohete que lo transportaba.
¿PARA QUE SIRVE?
El Arsat-1 permitirá ampliar la prestación de los servicios de televisión, Internet y telefonía en el país y en Chile, Uruguay y Paraguay.
El primer satélite geoestacionario latinoamericano de telecomunicaciones, Arsat-1, fue lanzado con éxito al espacio por Argentina desde la base Kourou, en la Guayana Francesa, para brindar servicios de televisión directa al hogar, acceso a Internet con recepción en antenas Vsat y telefonía IP a todo el territorio nacional y Chile, Uruguay y Paraguay. Argentina se suma así a la Unión Europea, Israel, China, Japón, India, Rusia y Estados Unidos, que también tienen capacidad para producir este tipo de satélites.
El cohete francés Ariane 5 inyectó al ARSAT-1 en una órbita a 300 kilómetros de la tierra, desde donde los técnicos de la estación terrena de Benavídez deberán dirigirlo a su órbita geoestacionaria de 71,8º a 36.000 kilómetros de la superficie terrestre.
Matías Bianchi, presidente de Arsat, destacó que el satélite «es un legado para las futuras generaciones de argentinos» y envió «un agradecimiento muy especial a la presidenta de la Nación por confiar en nosotros para poder llevar adelante este sueño». Recordó que durante la década del ’90 «se dejó en manos extranjeras y privadas las posiciones orbitales correspondientes a la Argentina», lo que llevó a estar al borde de perder el usufructo de esas órbitas.
Bianchi añadió que el lanzamiento «es un paso que nos obliga a pensar en un horizonte lejano con infinitas oportunidades, que nadie pueda pensar en dar un paso atrás». Recordó que para 2015 está previsto el lanzamiento del segundo satélite, Arsat-2. «Estamos celebrando el camino hacia una Patria Grande satelital», afirmó.
Por su parte, el secretario de Comunicaciones de la Nación, Norberto Berner, destacó la importancia que tiene para el país y la región la puesta en órbita del primer satélite argentino. «Arsat es hecho por y para los argentinos», remarcó y afirmó que se trata de la cristalización «de este enorme proyecto político que empezó en 2003».
A su turno, el ministro de Planificación, Julio De Vido, resaltó la «significación técnica, científica y tecnológica» que tiene para la Argentina el satélite Arsat 1 y agradeció el apoyo para concretarlo a la ministra de Educación de Francia, Najat Vallayb Velkacem, cuya presencia en Guayana consideró «un orgullo y una distinción».
De Vido valoró el esfuerzo de todos los que participaron del proyecto, en especial al INVAP, y agradeció la presencia de la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, ciudad donde se construyó el Arsat-1. «Esto nos da la certeza de que Néstor y Cristina estaban en el camino adecuado cuando marcaron este rumbo», afirmó el ministro.
El nivel de participación de los componentes argentinos en los satélites ARSAT-1 y ARSAT-2 (que ya está terminado y ampliará la zona de cobertura hasta casi todo el continente) está en el orden del 50 por ciento. «En Francia, uno de los países con mayor experiencia en la construcción de satélites, también está en ese porcentaje», aclaró el titular de Arsat, quien manifestó la intención de que en los próximos satélites «todo el diseño de la carga útil esté a cargo de la Argentina», además de los componentes.