CENTRO CULTURAL NÉSTOR KIRCHNER: ¿OTRO ATUCHA?

De Vido y Parodi a las patadas y Martha Argerich que ahora no quiere tocar

LA CULTURA QUE MUERDE

La construcción del Centro Cultural Néstor Kirchner, que estará ubicado en el ex Palacio de Correos, genera tensión entre los ministros Julio de Vido y Teresa Parodi, por el retraso de las obras para la inauguración planeada con bombos y platillos para el próximo 25 de mayo.

El ministro de Planificación es el encargado de las obras faráonicas. Según publica Infobae, ya se gastaron 3.811 millones de pesos solo en la obra, según un informe del Grupo de Investigación y Análisis de la República Argentina (GIARA) que preparó el economista Facundo Rodríguez.

 

Pero el atraso de las obras le genera al Planificador rispideces con la ministra de Cultura, la encargada de la programación del Centro Cultural que hace malabares para conseguir a artistas para la inauguración mientras De Vido le dinamita el esquema con la demora de las obras.

El objetivo de tener el edificio terminado para el 25 de mayo ya parece una utopía. La misma nota de Infobae explica que el Centro Cultural Kirchner será el edificio más grande de todo el país, al punto que exige 30 megas de potencia eléctrica instalada, lo que equivale a una ciudad de 15.000 habitantes. Según una fuente vinculada a la dirección de la obra, actualmente trabajan allí 2.300 personas, en tres turnos de 8 horas (es decir, se trabaja día y noche), lo que permitirá llegar a alcanzar el 40 ó 50 por ciento del proyecto al 20 de mayo, cuando el Centro Cultural debería abrirse al público por primera vez.

Las demoras de la obra fueron reconocidas a Infobae por un responsable de la artística, quien dijo que «no puede hablarse de una inauguración, sino de una puesta en marcha».

Esta tarde, De Vido salió a aclarar desde Moscú que es «absurdo, inverosímil y de mala fe comparar la potencia total requerida por el centro cultural con la de una ciudad porque esa circunstancia -que sólo puede pergeñar un idiota- implicaría encender todos los artefactos al mismo tiempo, algo totalmente improbable, además de que es mentira -al igual que todos los datos de la nota- que sean 30 megavatios: la máxima potencia es de 12 megavatios con un consumo promedio de 5,9, es decir un requerimiento inferior al que tenía el edificio cuando funcionaba el Correo Central, con sus instalaciones eléctricas antiguas e ineficientes».

Piano Man

Mientras se habla de los altísimos costos de mantenimiento que tendrá un gigante como el Centro Néstor Kirchner, en el mundillo artístico habían empezado a circular como un escándalo los supuestos sobreprecios en la compra de los pianos para Argerich, suponiendo que el Gobierno elevaría el costo hasta un 40% más de su valor de mercado.

La semana pasada, el Ministerio de Planificación Federal, Julio de Vido, debió salir a “aclarar” que los instrumentos “se ajustan a los valores vigentes en el mercado, a los que se suman los impuestos correspondientes en concepto de impuestos y fletes”.

En ese comunicado, De Vido evitó mencionar al órgano alemán de unas 30 toneladas, que el ministro compró a través de un contrato millonario y aún están construyendo en el Centro Kirchner. La importancia que le da el ministro de Planificación al órgano alemán es tal, que guardó el contrato en una caja fuerte de su despacho.

Las internas se dan en momentos en el que el mundo de la cultura se sacudió por la noticia de que Martha Argerich ahora no quiere tocar en el Centro Néstor Kirchner, luego de que LPO revelara la convulsión que causó el anuncio entre la “élite cultural”, recelosa de que la mejor pianista del mundo tocara gratis en un marco que caratulaban de proselitista.

La decisión de Argerich enfureció al kirchnerismo, que salió en bloque a destrozar a los medios, incluido LPO, por la cancelación de la pianista. En Página 12 incluso rezongaron porque este medio aseguró que la «Semana Argerich» fue recibida como una declaración de guerra en la élite cultural. «Se ignora cuál es el `ambiente´o la `elite´ cultural a la que la nota anónima se refiere», señalaron en Página, acaso quejándose de que LPO no incluyó al kirchnerismo en esa cofradía selecta de consumidores de música clásica.

Por su parte, Parodi salió por todos lados a denunciar “operaciones mediáticas” que amedrentaron a Argerich, a quien le pidió un gesto de “patriotismo” para que no desista de tocar. Como eso no fue suficiente, la ministra pagó una solicitada que salió ayer en los diarios en la que negaba el monto del cachet que iba a cobrar Argerich, que en el mundo artístico estimaban en 25 de millones de pesos.

La ministra incluso se defendió en una nota concedida al diario La Nación, en la que se asegura que Parodi no tiene mucho margen de tiempo para reprogramar el festival que le canceló Argerich.

(fuentes consultadas: LPO, Tiempo Argentino, Infobae, Clarín, Página 12)

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