Las deudas del PAMI limitan la venta de remedios a los jubilados
DEUDA VIEJA
Hay más de 5 millones de afiliados afectados. El Colegio de Farmacéuticos de la Ciudad denunció que la obra social comenzó a restringir los pagos desde octubre y acumuló una deuda de $1800 millones. Hasta que no les paguen, no pueden reponer el stock
La venta de remedios a los afiliados del PAMI atraviesa una delicada situación a raíz de una millonaria deuda que sostiene la obra social con las farmacias. Claudio Ucchino, presidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal, explicó en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red, que «esta situación afectó financieramente a las farmacias» y que «corren riesgo los puestos de trabajo».
Según explicó, la crisis comenzó en octubre, luego de que la obra social comenzara a restringir los pagos, con lo que acumuló una deuda de unos 1.800 millones de pesos con las farmacias. Esta situación hizo que los farmacéuticos pasaran a cobrar los remedios que les entregaban a los afiliados en un plazo de hasta 120 días, en lugar de los 45 habituales. En contraposición, las droguerías sí debían pagarles puntualmente a sus proveedores en un lapso de 10 a 20 días.
«Tenemos un desfasaje de unos 27 días de lo que está acordado. Nos impacta financieramente y no podemos reponer los medicamentos y nos pone en una situación incómoda», dijo Ucchino. «Sobre 100 pesos que sale un medicamento, PAMI nos debería devolver 100 pero nos devuelve 80. Esos 20 corresponden a una retención confiscatoria histórica del 2002 que no sabemos de dónde salió. Este gobierno tiene la buena voluntad de cambiar este convenio. No estamos haciendo una medida de fuerza. Por este desfasaje no estamos pudiendo reponer medicamentos», señaló.
Asimismo, desde el Colegio revelaron que 120 de las 400 farmacias de la Ciudad tienen suspendida la obra social y que se ven afectados especialmente los remedios con cobertura del 100%, que son los más caros y corresponden a enfermedades crónicas. Se calcula que el 70% de los 13 millones de medicamentos que se compran cada mes a través de PAMI no tienen costo para el afiliado.
Al respecto, Rubén Sajem, titular de la sección Farmacéuticos del Colegio, expresó su preocupación por la grave situación. «Tenemos una relación diaria con los jubilados. Depende de la farmacia, pero en los barrios hay muchas recetas de PAMI», dijo.
«Lo que pasó es que las farmacias se han quedado sin medicamentos: al no tener pagos de PAMI, se le limita el envío de la droguería y queda imposibilitada de volver a conseguir medicamentos para jubilados que los necesitan por problemas de salud crónicos. La deuda de PAMI es de 1000 millones de pesos en medicamentos, hasta el mes de octubre: ayer se realizaron algunos pagos ante estos problemas», añadió.
Quien preside el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB), Marcelo Peretta, precisó a Diario Popular por su parte que el PAMI mantiene con las farmacias de la provincia de Buenos Aires una deuda de 500 millones de pesos, cifra que se extiende a los 1.000 millones si se considera la totalidad del país.
«No son los más grandes, pero hay locales de barrio que no pudieron aguantar y debieron interrumpir la prestación», confirmó por su parte Julio Álvarez, titular de la Cámara de Farmacias Bonaerense.
La nueva conducción del PAMI, a cargo de Carlos Regazzoni, ya había admitido la semana pasada los problemas y culpó a la «situación financiera alarmante» que dejó el gobierno anterior. El PAMI «es víctima de desmanejo desde hace muchos años» y por eso hoy tiene «una deuda de unos 5.000 millones de pesos» que pone a la obra social «en situación de riesgo», razonó Regazzoni, y señaló que eso ya se ve con alguna falta de insumos, porque «a muchos prestadores se les deben seis o siete meses de servicios».
Ucchino destacó que el funcionario del PAMI reconoció la deuda. «Regazzoni se sinceró y reconoció la deuda que tiene con la farmacia. Estarían pagándonos la primera quincena de noviembre si fue que entró el pago. Estamos tratando de que el nuevo director trabaje en conjunto para encontrar una solución de fondo. Hoy, el financiador del sistema es la farmacia», expresó.
Finalmente, Ucchino remarcó que la situación de cada droguería «va a depender de la espalda financiera» que cada una tenga. «La farmacia de barrio va ser la más sensible a esta situación. La farmacia no tiene la responsabilidad y no tenemos el medicamento para reponer. No es en contra del abuelo», sostuvo.