La presidenta de la comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud, Andréa Conde, se refirió a la sobre la publicación, en el boletín oficial del último jueves, y la decisión de Macri de dar de baja de manera definitiva el Plan Qunita. El mismo fue pensado como un programa sanitario estratégico para garantizar el acceso equitativo a insumos y recursos necesarios para la crianza de niños y niñas. Además, apuntaba a la reducción de la mortalidad infantil en los sectores populares y se articulaba con talleres para las mamás y controles pre y post parto.
La referente del Frente Para la Victoria y reciente legisladora porteña expresó que: «La baja del Plan Qunita es otro golpe más del macrismo a los que menos tienen. El argumento de la peligrosidad de los elementos es nada más que una excusa para no destinar recursos a los sectores más vulnerables. Si el gobierno realmente creyera eso, debería sustituir el kit por otro que considere más seguro y desarrollar un plan propio. Nada de eso fue anunciado por las autoridades, lo que da cuenta de la poquísima importancia que el gobierno le otorga a este tipo de programas y al bienestar de los sectores populares.».
Además la diputada e integrante de Nuevo Encuentro dentro del bloque que comparte con José Luis Campagnoli dijo que: «El programa habilitó un 0800 para consultas y reclamos. En 2015 se recibieron más de 20.000 llamados y no hubo ni uno solo que reportara algún tipo de incidente con el kit.»
Andréa Conde se refirió a que el Plan Qunita se otorgaba de manera gratuita a todas las mujeres embarazadas que fueran titulares de la Asignación Universal por Hijo y que según antecedentes que manejaba se alcanzaron exitos en países como Finlandia y Chile y se destacaba por la gran cantidad de elementos que incluía: cuna de madera, colchón, juego de sábanas, acolchado, toallón, saco de dormir, indumentaria para el bebé y la mamá, bolso cambiador, termómetro digital, cremas, protectores mamarios y preservativos. También incluía chupete, sonajero, mordillo, juguetes para los primesos meses, un libro de cuentos y una guía de cuidados para la mamá y el bebé.
El kit fue distribuido durante 7 meses y se entregaron más de 45.000 en todo el país.
«La baja del Plan Qunita se suma a la destrucción sistemática que está llevando adelante el macrismo de todas las políticas sociales en favor de los sectores populares que había implementado el gobierno anterior, como Conectar Igualdad y el Plan Progresar. Mientras se le quitan impuestos al champán o a la compra de autos de alta gama, se continúa achicando el Estado en los programas sociales que generan inclusión y equidad. Una vez más, la revolución de la alegría la pagan los más vulnerables», concluyó la legisladora.
Es de esperar que la investigación judicial en la que se investiga irregularidades en las licitaciones con las que se designaron empresas que proveyeron de los materiales profundice la sospecha de un gran negocio con empresarios cercanos al poder que nunca antes habían desarrollado actividad alguna en este segmento de productos.