Nuevo bombardeo en Siria


El ataque aéreo ocurrió esta madrugada y destruyó un hospital en Alepo causando la muerte de al menos 14 y 34 personas. Entre los fallecidos se encuentra el último pediatra de la zona.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), cuya sede se encuentra en Londres pero cuenta con una amplia red de informantes en todo el territorio sirio, anunció que son «al menos 34» los muertos, de los cuales al menos 20 son civiles, entre ellos tres menores. El hospital bombardeado es Al Quds y como consecuencia del ataque la sala de pediatría quedó totalmente destruida y fuera de servicio.

Aún se encuentran realizando tareas de rescate para hallar a los desaparecidos bajo los escombros del edificio, que está localizado en el barrio de Al Sukari.

Staffan de Mistura, enviado especial de la ONU para Siria,no confirmó el hecho pero dijo que es probable que el ataque al hospital haya causado la muerte del último pediatra» en esa zona.

Asimismo, también hizo referencia a ese caso para pedir a Rusia y Estados Unidos que unan sus esfuerzos para dar de nuevo vigor a la tregua en Siria y salvarla «del colapso total».

«Hago un llamamiento a Rusia y Estados Unidos para que tomen una iniciativa urgente para relanzar la tregua, que por el momento está en peligro», dijo Mistura en rueda de prensa tras informar por teleconferencia al Consejo de Seguridad de la ONU sobre el resultado de la tercera ronda de negociaciones de paz concluida ayer.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF), confirmó el ataque pero reportó 14 muertos, según su coordinador regional de Comunicaciones, Sam Taylor.

Taylor en declaraciones a los medios, señaló que hay tres médicos entre los fallecidos y agregó que están tratando de recopilar más datos sobre el ataque.

El líder del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Marianne Gasser, afirmó que el centro recibía el respaldo de su organismo y calificó de «inaceptable» el ataque contra el hospital.


«Instamos a todas las partes que eviten a los civiles, que no ataquen hospitales y que no empleen armas que puedan causar amplios daños; de lo contrario los empujaran al borde del desastre humanitario», señaló. Asimismo, destacó en un comunicado que: «La gente vive al límite. Todo el mundo teme por sus vidas y nadie sabe qué va a venir después»

Al respecto, el CICR denunció que los intensos combates suponen un «grave riesgo» para millones de personas.

Por otra parte, el portavoz de la administración opositora en esas áreas, Abu Zaer Al Halabi, dijo que todos los hospitales ubicados en las zonas bajo control de facciones armadas rebeldes dentro de Alepo están actualmente fuera de servicio.


Al Halabi, indicó solo quedan operativos «de forma excepcional» en algunos centros sanitarios improvisados en locales comerciales y viviendas para tratar los casos más graves.

Además, subrayo que hay escasez de medicamentos y de personal, ya que solo cuentan con «material de atención primaria» para atender a los enfermos.

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