La canciller alemana consideró que el resultado del referéndum marcó un “punto de inflexión” para el viejo continente, aunque pidió calma por lo acontecido.
En sintonía con la funcionaria alemana, Mariano Rajoy, presidente de España, rezó por la tranquilidad en Europa y aseguró que los tratados para la salida de los británicos “prevén un procedimiento negociado y ordenado de salida que durará dos años”.