El hecho sucedió cuando un grupo de yihadistas asesinó a cinco personas, entre ellas, tres integrantes de un club de fútbol y su director técnico, en la ciudad de siria de Raqqa ubicada 540 kilómetros al noreste de Damasco.
El presidente de la Unión General de Deportes, Muafak Joma, condenó los crímenes pero admitió que no le resulta extraño el comportamiento del ISIS.