Las claves que debieran marcar una activación en el segundo semestre, como han expuesto los funcionarios del actual gobierno, no son buenas. Esto se expresa en un informe realizado por la consultora Centro de economía Política Argentina en el que los números hablan por si solo.
La situación del mercado de trabajo en la Argentina ha evidenciado un cambio de tendencia, con una sostenida destrucción de puestos de trabajo y expulsión de trabajadores experimentados desde el 10 de diciembre a esta parte. No obstante, esta dinámica no se ha dado de manera uniforme, sino que adoptó distinta intensidad de acuerdo al tamaño de la empresa empleadora. En efecto, resulta útil analizar cuál ha sido el comportamiento de las distintas empresas frente a la actual coyuntura signada por: la caída del salario real; el incremento de tarifas en distintos servicios públicos; la renovada apertura comercial vía eliminación de las Declaraciones Juradas de Importación –DJAI-.
En la medida en que las pequeñas y medianas empresas involucran cerca del 80% de su producción a la venta en el mercado interno, el impacto de la reducción de poder adquisitivo, de los incrementos de precios vía costos tarifarios y de la apertura importadora se manifiestan de manera más aguda. Amén de ello, no han sido las primeras en expulsar trabajadores.
Las empresas con más de 1500 trabajadores despidieron ininterrumpidamente a una tasa de 0,53% mensual acumulativa, totalizando 94.215 trabajadores despedidos, casi ocho veces más que las empresas con menos de 100 trabajadores que lo hicieron a una tasa de 0,07% mensual acumulativa y explican 12.798 trabajadores despedidos. Ello da cuenta de una marcada disparidad en los comportamientos de grandes y pequeñas empresas.
Finalmente, este comportamiento ha modificado la participación de las empresas en la generación de empleo según su tamaño. Las pymes han aumentando casi 0,5% su participación sobre el total de 9.742.328 ocupados formales, pero no ha sido un fenómeno explicado por el crecimiento generalizado del empleo pyme sino por su sostenimiento en el marco de la expulsión de trabajadores en otros segmentos de empresas. En esta línea, las empresas con menos de 1.500 trabajadores han reducido su participación en el mismo nivel cayendo un 0,5% entre diciembre y mayo.