El Gobierno ya planifica los incrementos que se implementarán en 2017. El propósito de los mismos es reducir el peso de los subsidios y destinar recursos para mejorar la red. El nuevo cuadro tarifario fue presentado por las autoridades del Ministerio de Energía en la audiencia pública convocada en el Teatro de la Ribera, en la Boca.
En referencia a los cambios en las tarifas, detalló Alejandro Sruoga, secretario de Energía Eléctrica, y anticipó que se pondrá en marcha un “plan gradual” para reducir los subsidios en el sector energético, que se extenderá hasta 2018. Los usuarios residenciales metropolitanos que consumen mensualmente menos de 150 kwh (son el 30% del total) recibirán en febrero una factura con un aumento de $ 30.
En tanto, quienes consumen entre 150 kwh y 300 kwh (el 40% de los usuarios) recibirán un incremento en la factura mensual de $ 110, mientras que los clientes con consumos de entre 300 kwh y 600 kwh recibirán tendrán un aumento de $ 150 en su recibo mensual. Por último, los clientes con consumo superior a los 600 kwh (el 5% restante) tendrán los mayores aumentos netos, pagarán $ 430 adicionales por mes.
Además agregó, que las tarifas se ajustarán dos veces por año, a partir de una revisión semestral que tendrá en cuenta el aumento de los costos (operación, mantenimiento, combustibles, precios de importación) de las unidades de generación que operan en el país, y que se mantendrá el esquema de tarifa social.
Por otro lado, 24 horas después de la definición del próximo tarifazo, el Gobierno avisa que durante los meses de calor no podrá garantizar el servicio, insistiendo en atribuir las interrupciones en el servicio eléctrico a las falencias del anterior gobierno. Lo que el relato macrista oculta es que durante el primer año de gestión de Macri no se hicieron mejoras en el sector energético. En ese lapso se paralizaron, además, las obras para adicionar potencia al sistema eléctrico. Algunas de esas obras ya estaban en marcha y contaban con financiamiento asegurado.