A través de una iniciativa, el legislador Diego García Vilas propuso la creación de este espacio para que las personas depositen los restos de sus animales. En la actualidad, más de 650000 animales domésticos viven con las familias porteñas.
El proyecto establece que la Dirección General de Cementerios estará encargada de «la fiscalización de todo lo relativo a las inhumaciones, movimiento de cadáveres de animales, restos, cenizas y controlará que dichas tareas se realicen bajo una conducta adecuada al lugar sin contrariar las normas de sanidad vigentes».
Además, el cementerio contará «con un equipo médico veterinario quien evaluará las causales de muerte para preservar las condiciones sanitarias del predio» y brindará un servicio «compatible con la calidad ambiental mediante la utilización de tecnologías no contaminantes y a través de un manejo racional en el tratamiento y disposición de residuos inherentes a la actividad mortuoria». En el caso de que las causales de muerte pudiesen afectar las condiciones sanitarias, el dueño del animal deberá pagar un canon.
«Los servicios destinados a mascotas en Argentina, como muchos países del mundo, crecieron al ritmo de nuevos hábitos sociales. Los animales de compañía se considera integrantes del grupo familiar y se fomenta su tenencia responsable. (…) La Ciudad de Buenos Aires es un exponente de este tenencia: además de campañas de concientización y actividades educativas, desde el gobierno local se desarrollan ferias de adopción, se promueven la incorporación de caniles en plazas, se brindan atenciones veterinarias y castraciones gratuitas durante todo el año», sostuvo el legislador.