Salman Abedi tenía 23 años y el Estado Islámico lo reconoció como uno de sus soldados.
El ISIS divulgó que el sospechoso, a quien ya conocían las autoridades, era un «soldado del califato» y avisó, mediante un escrito, que “lo que viene va a ser más fuerte, más intenso, contra los adoradores de la cruz y sus aliados».