El titular de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, instó al Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño que excluya al Parque Chacabuco de la aplicación de la Ley 4.950, que permite la construcción de bares en espacios verdes de grandes dimensiones, debido a que existe un local similar en las cercanías del predio.
También solicitó que se considere implementar un Plan de Manejo de gestión participativa (como ocurre en el Parque Avellaneda) que «tienda a recuperar, proteger y mantener al parque dentro de los parámetros con que fuera diseñado originalmente».
Amor considera que con este nuevo plan se podrían recuperar «espacios verdes y absorbentes en reemplazo de solados y caminos actualmente de asfalto, baldosas u hormigón, la ejecución de un plan de reforestación y preservación del patrimonio natural, histórico y arquitectónico y la recuperación y creación de áreas de servicio, baños de acceso público y de espacios del polideportivo, y la llamada casa de los guardianes, entre otros».