Los vecinos del barrio de La Boca se encuentran molestos con las autoridades del Gobierno porteño, ya que el Ministerio de Ambiente y Espacio Público reformó la zona de Caminito y decidió pintarlo con colores neutros para que tenga el aspecto original de 1891, dejando de lado la tradicional escala cromática que empleó Benito Quinquela Martín a fines de los años 60, registrada en un documental por National Geographic de 1958.
El coordinador de la puesta en valor, Juan Vacas, director del área de Regeneración Urbana del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, sostuvo que “cuando se trata de recuperación histórica, todas las intervenciones se hacen en base a evidencia científica. Si no hay evidencia que lo soporte, no se aplica pintura solo porque uno supone que este era el aspecto original. Al no tener prueba documental de las reales elecciones de colores para esta esquina, preferimos dejarla en su aspecto de construcción de 1891”.
Por su parte, el ex funcionario de la ACUMAR, Antolín Magallanes, explicó que “en 1957 Quinquela quiso extender el arte y el museo que lo tenía como habitante en el último piso. Allí el color se posaba en las paredes, la cocina, el teléfono, el piano y los anteojos. Era en la esquina de Magallanes y Del Valle Iberlucea, en ese codo que formó un viejo pasaje ferroviario donde daban los contrafrentes de los conventillos y la cancha de básquet del Club Zárate. En ese Caminito, que fuera atajo para visitar al amigo Juan de Dios Filiberto, estableció un museo a cielo abierto. Un museo que le dio identidad al barrio de La Boca con esculturas, relieves, homenajes dispersos y elocuentes a los pueblos originarios, al país federal, a los criollos a través de Santos Vega, y por supuesto al aire portuario de la Boca con sus trabajadores y bomberos voluntarios”.
“Aunque sea por respeto a tremendo legado a su barrio, hecho por quien fuera un niño adoptado por un gringo y una india, quienes detentan “saberes” en recuperación y preservación urbana deberían retroceder y darle una oportunidad al barrio para que siga expresando su color. Pero el Área de Regeneración Urbana dependiente del Ministerio de Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la Ciudad, con la aprobación del APH, decidieron hacer una recuperación incolora de la esquina emblemática e introductoria de Caminito. Fueron a los orígenes, al símil piedra del edifico de la esquina sobre la calle Magallanes, para hacer una interpretación cuya veracidad obvia la intervención hecha por Quinquela y aceptada por su barrio y el mundo. Demás está decir que hubo innumerables reclamos de asociaciones y vecinos a los responsables, quienes también llenaron de geométricas y blancas baldosas a la Plaza de los Suspiros, demostrando una imposible falta de diálogo no solo con los vecinos, sino también con la historia”, concluyó.