Los diputados nacionales Elisa Carrió (Cambiemos), Alberto Roberti (PJ) y Nilda Garré (Frente para la Victoria) tienen grandes diferencia a simple vista, teniendo en cuenta que los espacios que representan en la actualidad dentro de la cámara de Diputados. Sin embargo, las veredas opuestas se juntan con una mirada más profunda.
Es que los tres integran el podio de los legisladores que más dinero se llevaron con el canje de pasajes en 2017, permitiéndoles obtener un sobresueldo de hasta el 45% ($40.000 al mes). En el caso de Carrió, el canje alcanzó los $355.800, al igual que Roberti; mientras que Garré se llevó $353.100. Según la investigación del portal Infobae, Paula Urroz (PRO), $349.260, y Miguel Ángel Bazze (UCR), $340.730, cierran los cinco primeros lugares.
Esta práctica no es un delito, ya que el Congreso de la Nación contempla 20 pasajes de avión y 20 de micro para los diputados, senadores y otros integrantes del cuerpo legislativo, así pueden recorrer el país haya o no sesiones. En este punto, la Cámara Baja permite canjear el boleto aéreo por $1300 y los terrestres a $650, mientras que en la Cámara Alta se cambia el avión por $3.401 y los micros por $240 (aunque sólo están autorizados a cambiar 10 como máximo).
Por otra parte, sólo 10 diputados no lo componen: Eduardo Costa (UCR), Nathalia González Seligra (PTS), Dulce Granados, (FpV), Daniel Kroneberger (UCR), Pablo López (PO), Federico Masso (Libres del Sur), Néstor Pitrola (PO), Soledad Sosa (PO), Orieta Vera González (Coalición Cívica) y Sergio Wisky (PRO).
En este sentido, González Seligra planteó que este beneficio es “escandaloso”, ya que además cobran siete veces más que cualquier trabajador (la dieta mínima es de $110 mil). Salvo la izquierda, que percibe $90 mil- rechazaron el último aumento de $30 mil- cada congresista, pero reciben “el equivalente a un salario de una maestra con 20 años de actividad- alrededor de $20 mil- y el resto tenemos un sistema que aportamos a distintas luchas”.
Al mismo tiempo, sostuvo: “Uno puede considerar que es un privilegio que la Cámara te pague un pasaje para tomarte vacaciones, como hace Carrió y otros diputados, pero además aquellos pasajes que no se utilizan canjear el dinero y quedártelo, es indignante”.