El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires avanza con el proyecto que estimula la incineración de residuos mediante un sistema de “valorización energética”. De esta manera, se establece la quema en hornos controlados para “la oxidación total de los residuos a altas temperaturas con múltiples sistemas de control”.
Sergio Abrevaya, legislador porteño (GEN), repasó el problema de la basura en la Ciudad desde la asunción de Mauricio Macri hasta la actualidad con Horacio Rodríguez Larreta y el trabajo que realizó durante su cargo en el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (CESBA).
En esta dirección, marcó que una de las recomendaciones del Consejo había sido la separación de la basura del origen y luego la “valorización energética”. De hecho, afirmó que esta práctica se utiliza en grandes ciudades: Berlín, Madrid, París; pero “lo hacen de una manera en los cuales la contaminación termina siendo menores que la ciudad misma”. Por eso, consideró que sería correcto ejecutarla en la Argentina si se cumplen los altos estándares europeos, pese a la poca confianza en el macrismo.
“Es posible que el Gobierno acepte los estándares europeos que tienen que ver con contaminación, con el cumplimiento de separación en origen hay que buscar una nueva meta. La Ley anterior no prohibía la valorización enérgica, sino que la limitaba a que se cumpla que el 70% de la basura sea reciclada o reingresa al sistema productivo, y eso no lo cumplen ni Berlín ni París”.
Por último, manifestó el punto de la discusión es “cómo hacemos para que se resuelta con separación y valorización pero que lo hagan bien”.