Gabriel Fuks, Defensor Adjunto del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, señaló que nadie puede asegurar, hasta el momento, que no contamina la tecnología que el Gobierno porteño quiere implementar para volver a quemar la basura.
Si bien aclaró que no tiene pruebas, aparentemente las empresas que estarían en condiciones de ofrecer esta tecnología, vendrían con una más económica de la que invierten en sus países.
Ante la falta de información y las incógnitas que sobrevuelan sobre el proyecto”, Fuks planteó que “si hay una reforma a la ley (de “Basura Cero”), hay que poner un nuevo plazo para profundizar en la separación en origen y en la recolección diferenciada”.
También expresó que se invirtió mucha plata para cumplir con la normativa vigente pero no se hizo el esfuerzo suficiente para penetrar en la cultura del porteño.