Historia de la Cuenca Cildáñez

Fabio Oliva, integrante de la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda, se refirió a la historia de la Cuenca Cildáñez. Es que conocer las mutaciones a su alrededor permite entender las problemáticas actuales.

A partir de la descripción del Cildáñez, contó que tomó su nombre en 1849, luego de que la familia con ese apellido compre el terreno donde se ubica el arroyo. Más adelante, pasó a la jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires y en 1884 se registró la primera inundación, aunque la zona estaba deshabitada.

El primer hito importante en la historia del Cildáñez se dio con la mudanza del Matadero. Su traslado no fue casual porque necesitaban una cloaca a cielo abierto para que los desechos lleguen el Riachuelo. Eso derivó en el nombre de “Arroyo de Sangre”, bautizado por los vecinos ante un artículo de investigación de Susana Boragno llamado de esa manera, a raíz de la contaminación.

Ya en 1940 se entubaron todos los arroyos de la Ciudad, salvo el Cildáñez porque no era considerado como tal pese al reclamo de la ciudadanía, por lo que se realizó 25 años después. Sumado a que parte del Maldonado se derivó al arroyo en cuestión, determinante en la historia de las inundaciones.

Por este motivo, planteó la existencia de un resarcimiento por toda la problemática generada la comunidad y además sostuvo que la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) debería tener en cuenta al Maldonado para sanear el Matanza- Riachuelo. De hecho, están estudiando una presentación ante la Corte Suprema por esta razón.

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