Se sabe que el Gobierno de la Ciudad desarrolla sus políticas y elabora su campaña electoral alrededor de los humores y tendencias de los vecinos. Uno de los reclamos más fervientes en los últimos meses tuvo que ver con el padecimiento de los porteños a la hora de utilizar sus vehículos particulares: sobre todo en la zona norte pero una problemática extendida en toda la Ciudad, el pedido se origina en el tiempo que los usuarios tardan en encontrar lugares de estacionamiento. Para tomar dimensión del colapso vehicular, según cifras oficiales, más de 1.600.000 autos circulan se mueven por la Capital Federal.
En este sentido, el Gobierno comenzó el año buscando variantes y proyectos que permitieran cumplir con esta solicitud: en busca de nuevos espacios para estacionar, la Secretaría de Transporte y Tránsito de la Ciudad sacó una resolución que establece un criterio único de demarcación de las ochavas con el objetivo de sumar 22 mil lugares para estacionar.
Esta semana el ejecutivo decidió remover 400 espacios reservados para discapacitados al comprobar que la documentación no coincidía con la presentada ya sea por cambio de dominio o muerte, sumando nuevos lugares de estacionamiento; sin embargo todavía hay 4200 vigentes.
Los permisos de uso precario, que deben ser solicitados ante la Secretaría de Transporte permiten ubicar carteles instalados en la vía pública, pero el beneficiario debe tener todos los documentos al día. Desde agosto se llevó a cabo un proceso de reconfirmación de las solicitudes, que determinaron que alrededor del 10 por ciento estaban caducas. Por lo que a partir de ahora habrá nuevos espacios, aunque mínimos, para estacionar en la Ciudad.