La Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires determinó que una familia tipo (dos adultos de 35 años cada uno y dos menores entre 6 y 9 años) requirió $25.794 para cubrir la Canasta Básica Total (CBT) en enero y no bajar a la línea de pobreza. De esta manera, el acumulado interanual llegó al 50,87%, lo que representa un extra de $8.700. Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) representó $12.721 para no caer en la línea de indigencia.
Al mismo tiempo, la Canasta Total (CT) registró $32.472, mientras que la Canasta Alimentaria (CA) reflejó $13.708. Por lo tanto, la escala fue del 48,53% y 50,74%, respectivamente.
Claudio Lozano, economista y coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), calificó como «brutales» estos números. En este sentido, expuso que la CBA valía $8.300 hace un año, por lo que varió 52% para el consumo elemental de una familia.
«Estamos frente a un fracaso estrepitoso en materia económica y social por parte del Gobierno», afirmó sobre las cifras que divulgó la Ciudad. Y agregó que «desde la época de (Fernando) De La Rúa no se vivía una situación de un Gobierno con tan manos resultados».
Según el análisis de Lozano, existe un respirador artificial llamado Fondo Monetario Internacional (FMI). Aporta dinero para que la Argentina no caiga en default mediante un «esfuerzo brutal para no resolver absolutamente nada».
A su vez, señaló que no respetaron la Constitución porque el trato no se discutió en el Congreso y «pasó por encima de las recomendaciones del propio staff técnico del organismo, y se terminó en un acuerdo político cómplice para sostener la reelección de (Mauricio) Macri».
En este marco, consideró que «hay una dirigencia política que cree que para gobernar hay que tener una buena relación con el Fondo, más allá de que el efecto de las políticas sean lamentables». De algún modo, «hubo una oposición cómplice de manera dominante» porque no cumplió su papel, como ocurrió con la aprobación del Presupuesto con déficit cero.