Los terrenos donde se ubicaba el ex albergue Warnes siguen generando polémica: ayer se dio una nueva audiencia pública en la que se trató un convenio enviado por Horacio Rodriguez Larreta para permitir un emprendimiento inmobiliario de 11 torres de 20 pisos en el espacio ubicado entre Chacarita, Agronomía y Paternal; sin embargo, cientos de vecinos firmaron un documento para evitar la realización del mismo.
«Los vecinos se oponen porque estamos hablando de que es un espacio verde con características únicas en la Ciudad de Buenos Aires: es el corazón de un biocorredor, rodeado por la Facultad de Veterinaria y Agronomía, no hay constructividad, y los terrenos necesitan tener ciertas características por ser una zona de estudio que se verían severamente afectadas», evaluó en diálogo con Frecuencia Zero la integrante de la Junta Comunal N°15, Camila Febe Rodriguez, quien expuso su posición ayer durante la audiencia pública en la Legislatura porteña.
Según Mariano Orlando, director general de Planeamiento Urbano se separará el terreno en cuatro parcelas y se permitirá la construcción de las 11 torres con una altura máxima de 48,5 metros, algo que el Código Urbanístico aprobado el año pasado buscaba evitar. «Se cansaron de decir que el Código se aprobaba para que no aparecieran torres sorpresas, y ahora este convenio ratifica la construcción amparandose en una vieja ley aprobada durante la época del Concejo deliberante, bajo una ‘norma excepcional'», analizó Rodríguez.
La situación del espacio ubicado en el ex albergue Warnes suma una nueva etapa en su proceso de rezonificación: durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, la zona estaba destinada a la construcción de un Hospital de Niños modelo, pero a partir del golpe de Estado y la llegada de la Revolución Libertadora se interrumpió.
Tras años a la deriva, durante el gobierno de De La Rua se hizo un rediseño y a partir de allí, pasó a manos de las gestiones de los distintos gobiernos. Actualmente, la decisión del Pro determinará que su futuro estará protagonizado por un nuevo desarrollo inmobiliario. «Esta decisión, votada solamente por el oficialismo como escribanía, va a tener que ser revista porque fue muy contundente el rechazo de los vecinos: se juntaron tres mil firmas en una parte del barrio que tiene 500 hogares», concluyó la representante comunal de Unidad Ciudadana.