Ludopatía virtual: la consecuencia de la nueva Ley que aprueba el Juego Online

El pasado jueves la legislatura porteña aprobó la reglamentación del juego online gracias a la mayoría con la que cuenta el oficialismo. El proyecto estableció el formato de apuestas digitales y los requisitos que las empresas participantes deberán cumplir, mediante un concurso anunciado por Lotería de la Ciudad (LOTBA) para el otorgamiento de licencias.

En diciembre del año pasado, legisladores porteños habían aprobado la creación del juego online en la Capital Federal que definía que los privados que explotaran la actividad estarían obligados a abonar el 25 por ciento de la facturación total en carácter de impuestos y cánones para destinarlos a fines sociales. El gobierno espera recaudar alrededor de 450 millones de pesos al año. 

Pese a que la norma plantea la reglamentación de un programa de «Juego Responsable», con el objetivo de evitar la ludopatía y que jueguen los menores de edad, los especialistas rechazaron la aprobación de esta ley. «El juego online es mucho más complejo que el tradicional porque la persona queda atrapada en una conducta adictiva, silenciosa, difícil de detectar: ya no hace falta ir al Bingo, desde la casa, desde el trabajo, desde la universidad, donde uno esté ya se empieza a apostar», explicó en diálogo con Frecuencia Zero Débora Blanca, psicóloga especialista en ludopatía y directora de Lazos en Juego, un equipo de trabajo que brinda tratamientos en la temática. 

Uno de los países que reglamentó el juego online en los últimos años fue España, y los datos que arrojó fueron contundentes. Debido a la gran demanda de los jóvenes, las plataformas de juego online aumentaron alrededor del 300 por ciento, y desde 2013 hasta la fecha, el número de usuarios pasó de 289 mil a 883 mil. «El tiempo de desarrollo de una ludopatía puede llevar entre 7 y 8 años, en el juego online solo uno. En España el aumento de la cantidad de jóvenes adictos aumentó un 30 por ciento ya que está atravesado por las pantallas y la tecnología», advirtió la especialista.

Uno de los mecanismos de protección para las víctimas de la ludopatía que esgrimió Blanca tiene que ver con la autoexclusión, es decir, un trámite mediante el cual el usuario le pide a la sala de juego que no lo deje entrar «luego de que se diera cuenta que ya no puede manejar la situación». Resta saber de que manera el programa de Juego Responsable que la Ley regulará la problemática. 

 

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