Andrés Napoli es director de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), quien en comunicación con este medio, se refirió al procesamiento que el juez federal Sebastián Casanello dictó sobre el ex presidente de la firma Mercado de Liniers S.A., Roberto Arancedo, por la contaminación del arroyo Cildáñez, perteneciente a la cuenca del río Matanza Riachuelo, a través del vuelco de los efluentes líquidos provenientes de corrales de ganado vacuno.
El tema además es atravesado por el traslado del mercado, que viene siendo gestionado entre los actores que se vinculan con todas estas temáticas, en una batalla política y judicial. Sin embargo, la definición del juez Casanello, representa la esperanza de que se dé un punto final para la estadía del mercado de Hacienda y sea trasladado a Cañuelas, según el análisis de Nápoli. La instalación en dicha localidad, debería llevarse adelante con muchos más controles, mecanismos de tratado de desechos, cuidados y control, ya que se instalaría en un punto más alto del cauce del Riachuelo y desde allí, se produciría una contaminación mayor, de seguir con la ilegalidad de la gestión del mercado. El arrastre de la materia fecal que desecha el mercado al tratarse de un residuo muy contaminante que no es tratado, multiplicaría los perjuicios que hoy genera, advirtió.
El Mercado de Hacienda de Liniers, históricamente, ha hecho oídos sordos a los reclamos sociales y judiciales que desde hace más de un siglo se vienen pronunciando sobre dichos desechos, además de la negativa en generar un tratamiento alternativo de los residuos para la elaboración de energías renovables. “Siempre han optado por maximizar al extremo sus ganancias” dejando a merced del perjuicio ocasionado por su acción a la comunidad la que pertenecen y el grave daño a la salud de la población de los barrios circundantes al Arroyo Cildañez y al Riachuelo.