Ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 4, el empresario Lázaro Báez negó ser el testaferro de la familia Kirchner, en el marco de la causa por presunto lavado de dinero. En su presentación, denunció aprietes para involucrar a la ex presidente Cristina Fernández en sus declaraciones.
Luego de estos testimonios, Gasulla consideró un “honor” que “Báez o estos corruptos me difamen”. En este sentido, señaló que esta situación sufrieron Nicolás Wiñazki, Diego Cabot y las diputadas de la Coalición Cívica, “que investigaron a estos corruptos”.
“En 2017, Cristina Kirchner lloraba porque a López lo había visto con los bolsos en el convento, y no se lo perdonaba. Hoy que cambio el clima y vuelven al poder, la corrupción no existió y son todos presos políticos. Y los periodistas les vamos a tener que pedir perdón a estos corruptos, como me dijo hace poco Marcelo Figueras”, aseveró.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Gasulla desmintió cualquier vinculación con Garavano y comentó que acudió a la cárcel, donde estuvo rodeado por dirigentes vinculados al kirchnerismo, para entrevistar al empresarios santacruceño. Para el especialista, Báez busca congraciarse con los Fernández, quienes asumirán el próximo 10 de diciembre, por su momento judicial.