Apertura de Sesiones Ordinarias

A poco más de tres meses de asumir la presidencia, Alberto Fernández inició las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación, con algunos temas que despiertan polémica.

Con un discurso moderado, el primer mandatario hizo mención a varios temas que atraviesan la actualidad política del país. Hizo referencia a la herencia, aunque no se detuvo mucho en remarcar los errores de la gestión anterior, ofreció las estadísticas que dejó el macrismo y se refirió al «nivel de inflación record de 53,8% durante 2019».

En el mismo sentido dijo: «Debemos enfrentar una deuda pública también record en monto y concentración temporal de vencimientos. Sólo en 2020 los vencimientos de capital representan 48.968 millones de dólares. A ello deberíamos adicionarle 14.838 millones de dólares en concepto de intereses de esa deuda».

Anunció el comienzo del plan contra el hambre, en medio de la emergencia alimentaria dictada a finales de la gestión anterior. En este marco comentaba: «El Plan Argentina contra el Hambre, así lo hemos llamado, es también una herramienta para motorizar la economía de abajo hacia arriba. Una cadena virtuosa, que acerque a productores y consumidores en comercios de proximidad, para que la inyección de más de 70 mil millones de pesos anuales (más de 1.000 millones de dólares) que representa la tarjeta AlimentAR».

También dedicó un capitulo a la justicia federal y prometió una reforma en la misma. «Venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza», enfatizaba Fernández. 

Otro de los temas que abordó el discurso inicial fue la intención del ejecutivo en presentar un proyecto de legalización y regulación de la interrupción voluntaria del embarazo. 

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