Luego de la suspensión de las clases, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió transformar la alimentación de los comedores en viandas. Eso autorizó a las concesionarias a dar dos refrigerios. Sin embargo, despertó cuestionamientos la falta de nutrientes necesarios en la niñez.
En este contexto, el referente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Jonatan Baldiviezo, señaló que el Estado paga $1.500 por cada canasta, mientras que las familias podrían conseguirla por $700 en los supermercados. De esta manera, aconsejó darle el dinero a las personas para evitar la burocracia y no perder el doble de plata.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Baldiviezo aseguró que esta situación, sin respuestas del Gobierno porteño, evidencia que los negocios están por encima de la alimentación y la salud.