En las últimas 24 horas, Italia registró 593 nuevos contagios y 70 fallecimientos. De esta manera, 48.000 personas siguen con la infección (están hospitalizados con síntomas 7.379, mientras que 500 están en cuidados intensivos) y las muertes ascienden a 33.142.
«No poder hacer lo básico fue un cambio radical que afectó mentalmente. Retomando la libertad, uno se da cuenta que vive en el miedo de tocar, ensuciarse, contagiar o ser contagiado. Estamos todavía lejos de la normalidad y a la vez debemos acostumbrarnos de que nuestra normalidad a cambiado», explicó desde Nápoles, en diálogo con FRECUENCIA ZERO.
En este nuevo acostumbramiento, «hay personas que no se comportan como deberían, pero son momentos aislados». No obstante, la comunicadora subrayó que la mayoría se comportó muy bien. Ya no es una novedad la utilización del barbijo y los guantes, y el distanciamiento social.
Actualmente, Italia «está avanzando positivamente, por más que sigamos enfrentándonos con un monstruo desconocido». De hecho, desde el 3 junio comenzaría la apertura de fronteras entre regiones y el tráfico en los países europeos que tienen el mismo ritmo de casos. «Es una idea, pero hay que ver cómo seguimos. Hay que ver si esta libertad tuvo consecuencias o si nos mantuvimos bien», expresó.